Ensimismado

Te formulo una pregunta, y te doy dos respuestas: las dos son verdaderas. Te tengo a ti. Me recreo en tus pensamientos, que interiorizo como propios. Son tus sentidos, y los míos, tus anhelos y mis vencimientos periódicos que todo subsanan. Me pregunto dónde estás, y, solo con mirarme, te veo. Estamos en el mismo compás, y experimento la suerte por ello. Has grabado la alegría en mi corazón con tu presencia, con tus palabras de ánimo, con esos besos imperturbables, indelebles, dados a la fuga, con retornos, que son bocanadas de aire fresco. Desayuno ensimismado, y tomo el primer café contigo: tal como ayer, tal como hoy. Será.