Me bastas y me sobras

Me bastas tú para ser feliz. No necesito más. Bueno, sí... Preciso que seas auténtica conmigo, que no me engañes, que me digas lo que piensas, que no juegues a caballo ganador, que administres tu tiempo y que yo tenga cabida en él. Todo lo supero menos tus ausencias consentidas, excepto las fortalezas que engañan y defienden compromisos menores. Quiero estar contigo, mas también deseo que tú lo anheles; y ansío que se trate de un sentimiento compartido. Soy en ti la travesura que alegra el alma. Eres suficiente para mí, mucho más, superas los conceptos, y espero que tú también me veas de esta guisa. He hallado en ti la persona con la que compartir la jornada y la noche, la abundancia y la carestía, el anonimato y las apreturas. Las felicitaciones son todas y ninguna cuando no hay un amor sincero en el entorno. Pretendo estar a tu vera todos los días de mi vida, todas las vidas que se me permitan, en ésta y en otras dimensiones, hasta el fin de los tiempos. Me bastas, me sobras y me iluminas.