A ti me entrego

Te coloco entre mis brazos, y sueño que te amo. Subo al pedestal donde te hallas, y disfruto del camino, de la llegada, de la vuelta a un origen del que nunca debí apartarme. Subrayo y escribo lo que medito, y todo me lleva hasta ti. Los enlaces me suspenden en una cuerda sin final y con precipicio. Aleteamos para llegar antes, o quizá para no terminar, que nunca se sabe lo que es mejor. Te entrego mis sensaciones, mis clasificaciones, mis enterezas, todo el vacío que me postula como el elemento crucial que todo lo puede. Contrato mis deberes y capacidades y te las regalo de todo corazón. Me encantaría darte más, pero tengo unos límites. Rompo todas las ramas que me rodean para entregarte mis posibilidades, que a ti debo, ahora y siempre.