Por tu sencillez, me gustas mucho. Sí, tú, no mires hacia otro lado, que es a ti a quien mando este mensaje de cordura virtual con ribetes de sensaciones puramente amorosas. Sigue ahí, por favor, que te necesito para saber que merece la pena, que mi esfuerzo no es inútil. Me gustas, amiga, y me enamoras, compañera de viaje.
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Te mando besos infinitos por todo el universo desconocido, y aprieto mis labios para intentar que se junten con los tuyos, que tanto echo de menos.
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Recorro con estima un mundo de sensaciones que me aclaran tu verdad y tu vida. Te doy mi corazón.
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