Miremos hacia ese lado en el que nos vemos. Nos hemos de amar. Nos dedicaremos a sentirnos con normas de oro que nos prestarán amores sinceros.
Nos debemos a esos mundos que pregonan hacia dónde encaminarnos con las caricias suficientes para dar con la dicha que precisamos.
Asomemos. Las consideraciones de antaño nos deben servir para estimarnos con las oportunas y señeras opciones de paz.
Nos debemos a esos universos que nos presentan lo más maravilloso. No quedemos en la nada. Nos hemos de enseñar a amar.
Nos oponemos a las sinrazones, y nos acercamos a las posibilidades de vida que son en la negociación genuina. Podemos mucho.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario