Fuente de eternidad

Me pongo en tus manos y te digo lo que pienso, que es fruto de un amor sin huecos. Sumo mis manos a tus alas, y emprendemos el viaje más maravilloso del mundo. Nos hemos puesto en el lugar debido, y hemos jugado a apreciarnos sin resolver nada, pero los dos sabemos que hemos escogido la mejor de las rutas. Nos alegramos de la paciencia que nos ha puesto en el sitio adecuado. Imponemos una respuesta diaria a un amor más que consolidado, aunque lleve poco tiempo. Hemos corrido los visillos para tener un poco más de intimidad. Nos colocamos entre las preferencias que nos dirigen hacia la cueva donde cosecharemos los mejores productos. La imagen de marca, los elementos conocidos y el sabor más genuino ya los hemos inconscientemente pactado. El abrazo que nos damos cada día es una fuente de eternidad.