Nos hemos quitado el precio

Las iniciativas nos revitalizan. Los aspectos comerciales no fueron suficientes. Nos dimos cuenta de ello en los cambios. Hemos alimentado nuestros espíritus, y eso nos parece mucho más atractivo. Llegamos a los puertos que nos parecieron imposibles y nos distraemos con el movimiento de personas que nos otorgan las felicidades que portan a través de sus palabras. Nos tomamos un café, que parece tener un sabor especial. Sin duda es el contexto. Disponemos de alumbramientos que nos colocan en las colinas de las perspectivas con contrastes. No perdemos el tiempo, y, si lo hacemos, no lo parece. Hemos dibujado el mural de la experiencia, y nos tratamos como personas, lo cual es estupendo. Hemos regresado a la vida y sin ofertas deslumbrantes. Queremos vivir en paz, con calma, con una visión inusual, y a ello nos vamos a lanzar. La Naturaleza nos pone en oferta, y nosotros hemos decidido quitarnos el precio y la venda. Subimos al lomo de un caballo que nos hará disfrutar de la playa, que hemos descubierto que tiene arena.