Obra de arte

Eres mi premio, mi fortuna, mi valor no ponderado. Me constituyo en tu paladín, en tu defensor, que es tanto como protegerme a mí mismo. Eres mi prueba de una verdad contemporánea que sabe a razones y que otorga la fe de los buenos años. Te considero mi amiga, mi consejera, mi confidente, esa persona que me entiende hasta cuando no hablo. Aportamos un aire fresco que supera los espejismos en los que nos vivimos atrapados con controversias de todo género. Peregrino hacia muchos paisanajes de tu mente, que se derrite ante el paso de los tiempos, que ahora entienden quién soy, porque soy en razón a ti. Te has convertido en mi logro principal: estoy convencido de que no existe una obra de arte que te supere, amor.

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Te admiro, te muestro mi confianza, te recorro, te repaso, te adoro, te estudio, te protejo, me refugio también en ti, te decoro, te rozo con todos los sentidos, te abrazo y me pierdo en cientos de sueños que transformo tan solo en uno. Eres mi día esplendoroso, mi obra artística preferida que hallé por casualidad entre los regalos de la Madre Naturaleza.