Me vienes llorando, y no sé qué hacer. Estoy fuera de tu onda, de tus pareceres, de tu vida diaria. Ya no sé de tus costumbres, ni de tus deseos, ni de tus propuestas, ni de lo que consideras oportuno. Hace tiempo que me derrotaste y que pase a ser para ti un ciudadano de segunda fila. Nada ha sucedido, no ha habido un milagro que justifique esta vuelta a tensar la cuerda. Sugiero una nueva callada como mejor respuesta.
............
Me ofendes en la espera, con la gratuidad de unos comentarios que entonces, y no como ahora, me hicieron daño. Cambiaste de tono, de pareja, de deseos, de combinación amorosa, y me dejaste tirado en la cuneta de una vida rota por mil lados. No he olvidado lo que aconteció, lo que equivale, campeona, a que no me aguardes ni un segundo más. Se te pasará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario