Somos buenos amigos

No hace falta que te diga que eres mi amigo, que somos leales para con nuestras situaciones, unas hostiles, otras no tanto. Estamos en la misma onda, metidos en una tesitura que nos embarca en unas emociones que nos invitan a vivir en el río de la vida, a veces sometido a tormentas, y en otras ocasiones disfrutando de un navegar plácido. Sí, eres mi gran amigo, esa persona en la que confío ciegamente, aunque podamos eventualmente discutir. La co-existencia no siempre se basa en estar de acuerdo en todo. Lo bueno que tenemos es que nos miramos y nos entendemos de verdad, prácticamente sin palabras: ello quiere decir que hemos aprendido mucho el uno del otro. Es que somos amigos.