Canto en la noche
que nos embadurna
del sudor
de una pasión
que fue sueño,
que fue algo,
que no sabemos
que fue.
Sugerimos
besos apretados,
y volamos
hacia el infinito
con el pañuelo
que nos juntó.
No hay fórmulas mágicas,
nunca las he visto,
pero hoy creo en ellas,
hoy puedo con ellas,
hoy soy en ellas.
Comprobamos
las participaciones
de una consideración
que es plática
con volúmenes hermosos.
Ponemos
el punto de la mejora
con el incremento
de una efervescente distancia
que nos une
en lo inmediato.
Mientras, suena el canto,
y vienes, y vas,
y soñamos.
Te adoro en éstetu arte delicioso.
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