Pasamos inadvertidos por esa multitud que ama a medias, con disfunciones, prestando alegrías que no existen, que están hipotecadas. Nos devolvemos a una historia que nos invita a escapar. No podemos causarnos heridas de amor, no debemos, si queremos progresar en cuestiones de sentimientos. No vamos a la búsqueda de nada, no nos quedamos, no hacemos lo conveniente para aproximarnos a la identificación de un cariño que ya no tiene autoridad y formación. Ya veremos lo que acontece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario