Sonríe, que te miro,
y traza ese camino
que viviremos en común.
Somos solidarios
en el itinerario que convence
y nos permite la felicidad
a la que todos tenemos derecho.
Alégrate por lo que es
la mayor fortuna del mundo:
estamos juntos.
La senda que nos pertenece
descansa en un apoyo mutuo:
ahí reside su punto de salubridad.
Sonríe, yo también sonrío,
que en la sencillez
de nuestro hermoso encuentro
está la gracia de vivir.
Juan Tomás.
que bonito escribes mee dejas tan embelesada...
ResponderEliminarBesos