jueves, 14 de marzo de 2013

Enseñarnos a vivir

Nos hemos de dar
apoyo absoluto,
sin fisuras, procurando estar
en ese tono que alimente
el corazón
con gracia y felicidad.

Contribuiremos cada día
a ese punto de dicha
al que tenemos derecho
y con el que hemos de crecer
en paridad, en paz,
con la tranquilidad
del trabajo bien hecho.

Reunamos las virtudes
para enseñarnos a vivir.
Tengamos paciencia.

Juan T.

1 comentario:

Ana Gregorio dijo...

Sabiduría, ternura, compromiso, belleza se encarnan en este poema, haciéndose materia.
Bellísimo, como todos tus poemas. De una sensibilidad extrema.
Felicidades.
Un abrazo.