Estructuras
el
deseo de antaño
para
recoger las mieles
de
un día que llega
con
anhelos compartidos,
con
respeto, con felicidad,
con
lo que alberga
un
sentido, diríamos, ideal.
Nos
mantenemos
en
ese sitio que litiga
contra
lo que fue,
contra
lo que vino,
y
que extiende el paseo
por
lo más hermoso,
que
siempre tiene sabor
a
caricias, a ternura,
a
amor de verdad.
Descuellas
en
un nuevo lugar,
en
el que somos fusión pura.
Nos
hemos alentado
para
mitigar los años,
que
siguen
como
si todo fuera a mejor.
Puede
que sea así
en
esta noche compartida,
que
indica el valor
de
los números y de la memoria.
Has
salido al mar
que
encumbra ansias
de
paz y de dicha.
Nos solidarizamos.
En él eres tú.
Los
dos nos sabemos
tras
ese sí que lima asperezas
hasta
dejarnos un mensaje
de
creencia y querencia.
Podemos
conformarnos
en
el afán mayúsculo
por
ser y estar.
El
aquí y ahora lleva
nuestros
nombres,
que
saben a amanecer.
Vamos a intentar disfrutarlo.
Juan Tomás Frutos.
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