miércoles, 23 de julio de 2008

Invento la felicidad en tu cuerpo

Beso tu piel, y entiendo que está hecha para mis labios. Recorro cada rincón de tu cara, y me siento feliz por lo que vendrá después. Somos aire en pura combustión, y reclamo el gozo como experiencia vital de un amor con golondrinas. Te veo estupenda, porque lo eres, porque lo estás, porque no supongo nada. Estimo que el recuerdo se estira y que el presente es más y que alcanzo el futuro en una combustión que es norma con excepción. Te beso, sigo, y llego hasta lugares soñados, imaginados, y ahora, no sé por qué, superados por el placer. Estoy inventado para ti, y ésa es mi dicha.

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