martes, 23 de septiembre de 2008

Tú dirás

Me empeño de buena mañana en tu vuelta, que no es libre, que no surge como ese océano que nos permitió en su día ser felices con sus plácidas aguas. Escudriño cuanto ocurre, y saco mis conclusiones con múltiplos de amores profundos, lacios, consecuentes con lo que es evento de pasión liderada por efectos no contrastados. Formulamos tantas cuestiones como podemos disolver, y pedimos un trozo de gracia que nos inculque términos que sean principios con recetas sin demoras. Entregamos todo el cariño del mundo para descubrir los tesoros de una era de fases controvertidas. La ilusión se resume en tu nombre, harto de un vino que embriaga. Sorteamos deseos para averiguar los resultados de una letanía que imprime carácter. Nos tomamos las cosas con un ánimo que es respiro al fin. Dilatamos los plazos a la espera de una muestra de criterios que tomaremos en cuenta. Hemos aprendido de los silencios, y ahora nos toca enseñar. Callaré. Supongo que lo esperabas. Tú dirás.

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