miércoles, 29 de octubre de 2008

De sorpresa en sorpresa

No me vendas a ese postor que no confía en nadie. Sé tú misma sin desconfianzas, sin apurar, sin buscar más de lo que merecemos. … Te entrego un corazón emocionado por las perspectivas que podemos disfrutar. Estamos en paz con la Naturaleza, y eso es de agradecer. … Me asaltas con dudas metódicas que me incardinan en las bromas de una vida que nos alcanza con razones y con criterios afortunadamente subjetivos. … Me llamas con aventuras y sueños en los labios. Apuras lo que llevas dentro; y te consuelas con la mirada puesta en un mejor futuro. … Te agotas por tanta entrega, por un esfuerzo denodado en pos de caricias y sellos de deseo azul. … Vamos de sorpresa en sorpresa. Concluimos la faena y empezamos de nuevo. Estamos exentos de tristezas en esta relación que tú ensalzas. … No me cabe tanto gozo en el corazón. No nos vamos a conformar con lo que tenemos. Aspiramos a subir más alto para compartir la alegría de la pureza sempiterna. … Me ingresas en una nave que me porta a la dicha jamás soñada. Somos seres supremos, aunque anónimos e insignificantes, pues la Naturaleza se ha aliado con nuestro amor, que es el de todos, o debería serlo...

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