Nos volcamos
en la experiencia amorosa
porque la consideramos,
aunque repetida, única, excepcional,
superadora de fracasos
desde el riesgo de existir.
Nos experimentamos
en ese camino que sortea obstáculos
y, aunque nos toquen todos, nos permiten vivir
en la paz y entre maravillas infinitas
confundidas con las perspectivas más hermosas.
Nos recreamos en los días
cuando tenemos voluntad y optimismo.
Funciona la vida cuando ponemos de nuestra parte.
Miremos y veamos que es así.
Juan T.
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