Nos hemos de regalar buenos actos, con diferencias para mejorías. Nos presentamos con influencias recíprocas, y en ellas hemos de estar.
Asintamos con las voluntades más preclaras, con sorpresas que nos han de ayudar a vivir. La presunción nos ofertará inocencias.
Nos debemos envolver de paciencia, con logros que nos lleven al punto del retorno no vano. Nos hemos de juntar con premisas que nos deberán llevar por sendas de amistades y de futuro.
Unamos los empeños y las tareas. Vivamos en equilibrio. Nos debemos a las prestaciones de justicia a quienes más apoyo necesitan.
Tintemos de besos las presencias y los porvenires con los que nos hemos de alentar a existir de verdad. Nos debemos apuntar a las caricias que sanan y salvan. Nos hemos de poner a disposición de los buenos hechos. Ganemos sin prolongar el tiempo. Es nuestra oportunidad.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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