domingo, 21 de junio de 2015

Donde tenemos que estar

El día es nuestro:
lo sabemos
desde ese desayuno
que regala vibraciones especiales.

Lo es
porque estamos sencillamente bien,
porque expresamos sosiego
sin hablar,
porque nos identificamos
con la voluntad de ir
hacia esa atalaya
que nos perfila y convierte en mágicos.

Nos enamoramos
de la jornada que hermosea
con ocupaciones sinceras.
Vamos con esa felicidad
que nos inserta
en un cuadro de emociones
que nos hacen sentirnos vivos.

Nos miramos,
y sabemos que estamos
donde tenemos que estar.

Juan Tomás Frutos.


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