Una revolución tranquila
Unos van, otros vienen. Es la vida misma. Con el pensamiento de que todo sucede para mejor, comenzamos un nuevo día, en el que lo maravilloso es que estamos. Superamos mil obstáculos, algún que otro incidente y accidente, y cuadramos con el firmamento esos sueños que, a veces, se cumplen y todo lo explican.
Hemos de navegar por mares de aprendizaje, y por eso la formación no debe faltar, junto a la dicha que nos justifica. Tomemos una buena taza de café y amenicemos cada segundo con una permanente revolución tranquila. ¡Buenos días!
Juan Tomás Frutos. 

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