Miremos hacia ese amor que nos permite corregir lo que fue y cuanto quedará en una unidad de acción que nos guardará lo mejor, y que todo lo ofrecerá para ser en la felicidad misma
Nos hemos de consolar con recuerdos útiles. No fracasemos en la memoria misma, que todo lo indicará desde la emoción más tierna. No rompamos.
Los anhelos nos han de brindar caricias de antaño con reformas de niñerías gustosas que todo lo ofertarán desde emotividades estimulantes.
Nos hemos de acercar a las brisas de la mañana, que nos recordarán algunos instantes que no admiten demoras. Nos moveremos hacia el mar mismo.
Nos querremos con complacencias de relevantes brumas, que rodearán todo con recuerdos. Vamos otra vez.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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