Nos queremos
con premisas y promesas
que nos hacen ir
hacia el mar mayor
de un deseo nuevo.
Convenzamos
a quienes vienen
con la mirada puesta
en el mayor anhelo,
que nos procurará libertad
y óptimas caricias
con ansias de vivir en paz.
Nos queremos, sí,
y eso ha de bastar
para que todo lo que hagamos
parezca poco
con tal de alimentar
nuestra vida en común.
¡Esto es la felicidad!
Juan T.
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