Colaboras con una emoción
que
sabe a lo que pensamos
que
sería vivir juntos.
Nos
contribuimos con poco
pero
resulta esencial ese contacto.
Vamos
avanzando
por
esas aguas que endulzan,
que
nos regalan
sabores
y deseos
que
cumplimos con gratitud.
Tomamos
las raíces
de
un destino
que
fortalecemos,
que
nos influye con gusto,
con
verdad, con diversiones.
Hemos
sido en la voluntad
de
una labor
bien
llevada, palpada,
consumada
en la afición misma.
Nos
hemos resuelto
con
brumas y papeles de una cosecha
más
que certera.
Nos
relatamos y entregamos
con
el ímpetu de quienes creen
y
así pueden.
Nos
hacemos evolucionar.
Crecemos
en cariño:
eso
es garantía de felicidad.
Nos
enteramos
con
razones y subjetividades
que
nos gestionan
la
virtud de amar y ser amados.
Nos
hemos inclinado
hacia
ese instante de pasión
que
nos permite seguir
hasta
esa laguna plácida
que
nos invita a subir
en
un barco en pos del infinito.
Allí nos dirigimos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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