sábado, 18 de julio de 2020

Mucha luz que defender


Nos debemos involucrar en la búsqueda de la verdad. Nos asomaremos cada día en el frescor de la mañana a las opciones que nos lleguen. Procuraremos coger las más sinceras y halagüeñas.

Intentemos estar bien a tono con lo que nos circunde. El equilibrio viene de saber otear lo que sucede sin más ocupaciones que las que aportan compromiso y aceleración cuando toca el momento de la inspiración más singular.

Tengamos paciencia y demos con las elecciones que nos arman de firmeza y fortaleza ante los designios que piensan más en el camino que en la meta.

Nos debemos introducir en los campos más ilusionantes. No nos cansemos por enfrascarnos en la inutilidad permanente. Los hechos bondadosos nos arroparán.

Neguemos lo nefasto y averigüemos lo que nos hace felices para proseguir por esas sendas. No aceptemos el error como estandarte de vida. Nos debemos ubicar en el sitio adecuado desde un hábito de amor y de cariño hacia los demás.

No temamos. El pavor nos lleva por lares inhóspitos y nos causa huellas que se convierten en cicatrices que no terminan de cerrar. Nos debemos inspirar desde las emociones más intensas. No permitamos que el fuego maldito nos corroa. Fomentemos la calidad.

Las premisas han de ser calentarnos con la ayuda recíproca, que nos puede aportar mucho si sabemos tomar posición y quedarnos con lo óptimo, dejando atrás lo que no nos brinda porvenir.

No olvidemos que la existencia es demasiado corta para transitar en la oscuridad, sobre todo porque hay mucha luz que defender.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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