Apostemos por el día asumiendo que los errores forman parte de las necesidades y de los planteamientos donde somos verdad. Aprovechemos los desafíos.
Nos debemos ayudar, precisamente, a asumir que
los retos son importantes para avanzar y no quedarnos fuera, detrás. Nos
volveremos de vez en cuando a la noche que nos distrae sin tiempos. Hemos de
prevenir, pero también progresaremos sabiendo de los riesgos que hemos de
afrontar.
Procuremos tiempo para nosotros mismos. Nos
pongamos fuegos innecesarios en nuestros pies. Prefiramos, sí, pero sin
obsesiones. Miremos al cielo.
Hemos de comenzar las jornadas con esa visión
del milagro que suponen. Nos debemos definir en los conceptos básicos y no liar
en demasía lo que nos permite salir adelante con entereza y felicidad.
Inventemos los mejores conceptos y vayamos hacia
ese lado que nos nutre con propuestas de existencia en positivo. Todo irá bien.
Tenemos el ánimo. Nada nos faltará.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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