Vivo desprotegido, en la selva de tu amor, sometido a riesgo, con amenazas de muerte que se convertirán en soledad. Las proximidades me obligan a referencias sinceras, pero no te puedo facilitar más datos. Hay que atajar esta coyuntura, pero no puedo: me hundo en la irresponsabilidad y en el cinismo que refrendan problemas consecutivos. Existo en lo cotidiano, pero estoy sin proyectos.
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Te aclaro mi culpabilidad, que consiste, como consistió, en enamorarme de ti. Te expreso mi agonía con intenciones burdas.
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Estamos plenos de fuerzas que arremeten contra el interior. Me resisto a comunicarte lo que pienso.
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No intentes controlarme, que, si lo haces, romperé el poco diálogo que hasta ahora nos convocaba.
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