miércoles, 21 de julio de 2010

Construir comunicación y buenas situaciones

La comunicación nos da solvencia, nos pone muchos remedios, contribuye al buen hacer y al buen estar. Lo óptimo depende, en cierta medida, en una gran medida, de nosotros, de nuestras actitudes e interpretaciones. Nos dedicamos cada jornada a analizar las cuestiones que nos rodean con una promisión de figuraciones que han de superar la antesala del rumor. Nos hemos consolidado como esa parte que, siendo casi como el todo, nos hace evolucionar hacia las sensaciones más maravillosas. Gustemos con unas promesas convertidas en realidades densas, estimadas, únicas. No pasemos por alto lo que ha de ser prestación de singularidades.

Nos queremos por lo que somos en un estado de una cuestión simpática que nos ha de alegrar cada día de nuestras vidas. Nos ponemos en marcha en cuanto puede ser, sin que tengamos más prisa de la debida. Debemos afrontar las cuestiones tal y como vienen, dando fuerza, aprovechando las vacilaciones que nos analizan con sus bromas en serio. No apaguemos, por favor, los fuegos que podrían darnos una voluntad extraordinaria. Nos hemos de hacer presentir para que la conexión se dé. No nos ceguemos en la inutilidad. Podemos continuar, y creo que casi debemos hacerlo.

No limemos inútiles asperezas, y tengamos tiempo para lo verdaderamente importante, que siempre tiene relación con la salud y con el amor. La una y el otro nos pueden hacer fuertes, y nos permiten aguantar el tirón cuando las cosas no van tan bien como nos gustaría. Nos planteamos proseguir a menudo por los derroteros de una existencia compleja, que no complicada. Hagamos caso al corazón, que es siempre una buena guía interior y exterior. Las necesidades nos deben invitar a proceder por los vericuetos que nos marcan algunas distancias.

No nos embarquemos en norias que defraudan y frustran los momentos más estelares. Nos hemos de aplicar algunos cuentos que nos regalarán moralejas con las que unirnos a causas que no debemos perder. Las intromisiones en aspectos áridos nos han de servir para darnos unas mayores fortalezas. Nos ensamblaremos con esas amistades que nos nutrirán de gustos sinceros. Lo extraordinario nos conduce por construcciones que no debemos dejar que caigan.

Desarrollemos las casuísticas con unas aspiraciones contrastadas, duras y flexibles al tiempo, con las improntas en las raíces de un sistema que hemos de blindar para que nada falle. No pongamos obstáculos debajo de las ruedas imaginadas de la vida, que no tiene tantas ocasiones como nos gustaría, aunque no olvidemos que siempre hay una segunda oportunidad en caso de fracaso o de error. Las inspiraciones contribuyen a las ilusiones y a dar con la suficiente creatividad, pero también nos hemos de preparar para dar con las verdades que entusiasman en base al sacrificio y a la entrega en el aprendizaje. Hoy es un buen día para que comuniquemos. Sea realidad. El empeño ha de estar presente desde el mismo amanecer, y también la convicción. Es verdad que hay una conexión entre la comunicación bien entendida y las buenas situaciones.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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