miércoles, 6 de marzo de 2013

"Liquidación por derribo", de Lucía Etxebarria

Una obra polémica en la que la autora explica a los ciudadanos, sin pelos en la lengua, cómo se gestó la crisis
 
El papel de la monarquía, la corrupción política o los nacionalismos son algunos de los temas que analiza Lucía Etxebarria. Una reflexión comprometida y sincera de lo que está pasando en España





Liquidación por derribo es un detallado análisis de cómo se ha producido esta crisis en la que estamos inmersos. Con una mirada lúcida y sin morderse la lengua, Lucía Etxebarria se siente con la libertad para hablar abiertamente de la corrupción, de los nacionalismos, e incluso del papel de la monarquía, entre muchos otros temas que preocupan a los ciudadanos últimamente. Una reflexión comprometida y sincera de lo que está pasando en España.
 
Liquidación por derribo está escrito desde la madurez, con el estilo cuidado de una gran narradora y con el desparpajo que caracteriza a Lucía Etxebarria . La autora no evita polemizar sobre temas controvertidos de máxima actualidad e intenta explicárselos a todo el que esté hastiado de una coyuntura social y política que parece no tener visos de solucionarse a corto plazo.
 
Lucía Etxebarria es hija y hermana de prestigiosos economistas y, aunque ella se decantó por las letras, es capaz de explicar sin pestañear qué es la Curva de Kondratieff, la Ley de Say o el Teorema de la Telaraña.
 
Etxebarria es una autora prolífica en varios géneros: novela, ensayo, guiones, poesía y cuentos para niños. Ha ganado el Premio Planeta, el Nadal, el Primavera de Novela, el Premio Barcarola de Poesía y el Premio Il Lazio de Narrativa concedido por el Ministerio de Cultura Italiano. Es Doctora Honoris Causa por la Universidad de Aberdeen (Escocia) y su obra se ha traducido a veinte idiomas.
   
DOSSIER DE PRENSA   

LA AUTORA


Lucía Etxebarria es hija de un abogado y economista, hermana de tres economistas (dos de ellos catedráticos en prestigiosas universidades) y ex cuñada de quien es considerado uno de los economistas más importantes de España. Ajena a la tradición familiar, se decantó por las letras puras, y sin embargo —apellido y ambiente obligan— es capaz de explicarle a cualquiera qué es la Curva de Kondratieff, la Ley de Say o el Teorema de la Telaraña , sin pestañear. Amén de eso, se dedica a escribir novela, ensayo, guiones, poesía y cuentos para niños. Ha ganado el Premio Planeta, el Nadal, el Primavera de Novela, el Premio Barcarola de Poesía y el Premio Il Lazio de Narrativa concedido por el Ministerio de Cultura Italiano. Es Doctora Honoris Causa por la Universidad de Aberdeen (Escocia). Su obra se ha traducido a veinte idiomas.
 
 
 

LIQUIDACIÓN POR DERRIBO
Cómo se gestó la que está cayendo

 
 
En tiempos convulsos como los que se están viviendo hoy día, es gratificante que surjan voces como la de Lucía Etxebarría , que con una mirada lúcida, y desde una perspectiva claramente comprometida, es capaz de poner en evidencia los problemas que acucian al ciudadano de a pie . No se muerde la lengua y se siente con la libertad suficiente como para poder hablar abiertamente de la crisis, de esta sociedad mal estructurada, de la corrupción y las medidas políticas déspotas, de la famosa burbuja inmobiliaria, de un sistema financiero inestable, de la monarquía, de los nacionalismos, de la educación... de los problemas que lastran nuestro país. Pero lo hace con la contundencia de una evidente denuncia, y con la cercanía que da ser un afectado más, que consigue provocar al ciudadano medio para ponerle encima de la mesa, junto a la cena, una aguda visión de los problemas acuciantes que nos persiguen.
 
 
Desde la madurez, con el estilo cuidado de una gran narradora, una mordaz puntería, y el desparpajo que la caracteriza , Etxebarria se ha propuesto analizar lo que está pasando en España, y explicárselo a todo aquel que esté hastiado de una coyuntura social y política que parece no tener visos de solucionarse a corto plazo. Circunstancias que de manera individual superan claramente a un resignado ciudadano, que por un lado se siente desprotegido, y por otro terrible y tristemente engañado.
  “Viviendo en una situación así, escribir sobre ello se convierte en un acto de responsabilidad. Y por esta razón, rompí mi promesa de no volver a publicar y decidí escribir este libro. Porque en las situaciones que no habíamos previsto se encuentran las grandes oportunidades. Y lo hice consciente de las críticas a las que me exponía. Porque es siempre preferible una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila, como dijo el argentino Mariano Moreno. Porque hace más ruido una persona gritando que cien mil calladas. Porque la palabra queda. Porque pensé que no tenía más remedio, que tenía que escribirlo para mi hija.”
 
 
Liquidación por derribo pretende ser un certero análisis de la actualidad y arrojar algo de luz al posible entendimiento de una crisis que ya ha dejado más de cinco millones de parados. No se trata de un libro apresurado y rabioso, sino un ensayo bien documentado, basado en referencias contrastadas. La reflexión se convierte entonces en una protesta, un clamor popular, un intento por reafirmar los valores y derechos que nos respaldan como ciudadanos y como seres humanos. Libro en línea con el ¡Indignaos! de Hessel, pero con más profundidad y cercanía pues trata temas que nos afectan directamente como españoles.
 
“Este libro está escrito del tirón, casi por impulso. No pretende ser un tratado de economía ni de política. No pretende arreglar el mundo, ni siquiera el país. (...) Este libro pretende ser simplista. Ésa es su vocación. Pretende que quien lo lea entienda unos fundamentos muy básicos sobre la burbuja inmobiliaria, la crisis financiera, la corrupción y la partitocracia en España. Pretende ser un libro fácil, que uno pueda leer en la playa. Pretende ser la primera de otras lecturas. Si este libro le interesa, quizá quiera conocer las obras de Joseph Stiglitz, Paul Krugman, Ramón Tamames o Ernesto Ekaizer. Y entonces accederá a explicaciones menos simplistas. Pero siempre hay que empezar por lo fácil. Hay que aprender a gatear antes de intentar andar, y a andar antes de echarse a correr.”
 
 
Etxebarria ha escrito un libro que aparte de aclarar conceptos, llegará a sorprender al lector con datos que seguro no conoce, con opiniones que aparte de polémicas pondrán el dedo justo en la llaga que muchos no quieren ver. En ocasiones se vale del sarcasmo y de la más fina ironía para hablar de instituciones o personajes que hasta ahora eran en cierta medida “intocables”. Sin pretender ser ideológico, ni posicionarse o entrar en acusaciones cruzadas, pues para eso ya están los partidos políticos, Liquidación por derribo hace un repaso de los conflictos que ahogan actualmente a la sociedad española, sus orígenes y su evolución durante los últimos años. Y siempre en pos de esa verdad que nos redime, la que busca el bien común.
 
 
 
 
  “ Somos un país corrupto…”

 

Corrupción, soborno, cohecho, perversión, vicio... Siguiendo el diccionario, son varios los nombres que pueden asociarse. Pero cuando Etxebarria habla de corrupción, todos saben a qué se está refiriendo. Quizás lo que pueda desconocerse es que “la corrupción no existe en el vacío social; debe ser comprendida en relación con las lógicas culturales. Porque la corrupción es una práctica social, y varía de unos países a otros; por lo tanto, hay que contextualizarla teniendo en cuenta los valores culturales y el estatus socioeconómico del país en el que aparece.” Cuanto más tolerante es un país con la corrupción, menos democrático es.
 
 
El origen de la corrupción sólo puede comprenderse en un contexto sociocultural e histórico concreto, y siempre en el marco de las redes sociales, aquellas que unen a personas en una relación de reciprocidad o dependencia. “La interacción entre los participantes implica intercambio de favores.” Y esos favores pueden ser trabajo, información, dinero, apoyos, ayudas varias, poder u otros recursos materiales. La corrupción se manifiesta entonces a través de regalos, regateo, contactos, abusos de poder legitimados o presión social. La autora, tras reflexionar sobre el concepto de corrupción y cómo se genera, entra a analizar el caso concreto de España. Y para eso se vale de múltiples ejemplos, de los que seguramente el lector conozca más de uno.
 
 
 
La crisis financiera

 
Sin entrar en tecnicismos ni en profundos razonamientos económicos, Etxebarria presenta un fácil análisis del origen de la crisis financiera internacional y sus repercusiones en España. Observa la burbuja inmobiliaria que se creó en Estados Unidos, germen de otras posteriores, y las famosas hipotecas subprime que los bancos concedían a diestro y siniestro, aunque el prestatario no tuviese suficientes recursos. Irresponsabilidades que dispararon la crisis que ahora todo el mundo sufre.
 
“Una crisis en el sector financiero hunde todos los sectores. Los bancos no pueden conceder créditos. à El nivel de inversiones de las empresas desciende. à La oferta de empleo disminuye. à Muchas personas pierden su empleo y aumenta el paro. à Si no tienen trabajo, no tienen dinero, por lo tanto no pueden consumir. à Las empresas se arruinan.”
 
A los bancos españoles les resultaba más lucrativo invertir masivamente en hipotecas y en operaciones inmobiliarias, que en la economía productiva del país, base principal de un sistema sólido. De ahí a la burbuja inmobiliaria hay un paso, y de la explosión de la misma a la crisis y el conflicto de la deuda privada, otro. La crisis de Bankia y otras cajas como la CAM sirven de ejemplo del excesivo volumen de créditos ligados al negocio inmobiliario.
 
En este ensayo puede inferirse claramente que la estabilidad del euro nunca peligró, sino más bien la recuperación de los fondos prestados por los bancos alemanes a los otros países periféricos de la eurozona.
 
 
 
El ladrillazo, una historia de terror
 
El crecimiento del sector de la construcción, la burbuja inmobiliaria, los efectos que produce su estallido (brusca caída de precios y deudas infladas), los responsables del impacto... son algunas de las cuestiones que pueden asociarse a la crisis del ladrillo. Pero es que el ciudadano medio no entiende casi nada y se pregunta lo mismo que Lucía Etxebarria. ¿Cómo se creó la famosa burbuja? ¿Eran los responsables políticos conscientes de la misma? ¿Podría haberse evitado?
 
“Hablemos de aeropuertos: aeropuertos que no se iban a utilizar, pero que rentaban mucho en contratas, subcontratas, corruptelas y sobornos varios: los aeropuertos fantasma españoles. A menudo, grandes proyectos financiados por los contribuyentes con el dinero que se generó con el auge económico de España y que ahora simbolizan el derroche que ha contribuido a una caída espectacular.”
 
Los resultados son palpables: aeropuertos y estaciones fantasma (por su escaso o nulo uso), desmanes arquitectónicos para que determinados edificios llegasen a ser signos de identidad de la ciudad (tenían que ser caros, grandes y reconocibles)... Los casos concretos y las cifras del despilfarro hablan por sí mismos: el aeropuerto de Castellón, la estación de Tardiente en la provincia de Huesca, el diseño de la ópera de Palma de Mallorca de Calatrava o el obelisco, del mismo arquitecto, en Madrid. Lo curioso es que en su mayoría se trataba de contratos adjudicados a dedo.
 
“El ladrillo ha hecho millonarios a muchos. Algunos, pocos, irán a la cárcel. Los demás se han forrado a costa de los recursos de otros.”
 
 
Cristina no atina
 
La trama de estafas asociada a la familia Urdangarin, que llevaba una vida de lujo con casi todos los gastos pagados, trabajos estupendamente bien remunerados pero que no se sabía en qué consistían o si realmente se llevaban a cabo, y todas las implicaciones en procesos de corrupción, son tratados por la autora con un toque de fino humor. Tan increíble es todo lo que ahora está saliendo a la luz, como incomprensible la actitud de una infanta que parece no haberse enterado de nada. Entonces surge la pregunta: ¿se sostiene de verdad aquel argumento tan manido sobre lo barata que nos sale la monarquía?
 
“Por lo tanto, suena a que los noventa mil euros anuales para Cristina desde La Caixa , los doscientos mil euros anuales para Elena desde Mapfre, el millón de euros que se llevaba Jaime de Marichalar desde diferentes compañías, y los 2,5 millones de euros anuales para Iñaki Urdangarin —que probablemente sumen más de tres millones si tenemos en cuenta los gastos que se abonan aparte— son pagos por ser miembros de la Casa Real.”
 
Los escándalos se suceden. Es realmente incomprensible que la infanta Cristina no esté imputada. Está claro que “los usos del país promueven que las personas de la Familia Real queden impunes, igual que los directivos de empresas que han malversado el dinero de sus accionistas o los políticos que han hecho mal uso del dinero público. La justicia no es igual para todos. No es lo mismo nacer infanta que tonadillera o escritora.”
 
 
 
El opio del pueblo
 
El fútbol hace mucho que dejó de ser un deporte, para convertirse en un gigantesco negocio que mueve cantidades exorbitantes de dinero. Un negocio que todos pagamos pues también está subvencionado. Los jugadores de la selección se han convertido en héroes nacionales que cobran sueldos millonarios por lo que hacen, y libres de impuestos... en un entorno de crisis...
 
“El fútbol profesional es el verdadero opio del pueblo, mucho más que la religión, pues ésta no llena la vida de los hinchas desde el lunes hasta el miércoles y desde el viernes hasta el fin de semana con la misma intensidad ni de la misma manera absoluta. El fútbol polariza la atención y actúa de un modo muy parecido al opio, con un subidón breve, embriagador y engañoso.”
 
En una situación como la actual, marcada por los recortes en necesidades básicas de la población como educación o sanidad, resulta cuando menos raro, que desde el gobierno no se exija a los clubes de fútbol el pago de sus deudas, o que simplemente se les siga subvencionando desde los ayuntamientos o las comunidades autónomas. Sobre todo cuando cualquier pequeña empresa que incumpla sus pagos a la Seguridad Social , es embargada casi de inmediato. “¿Y qué decir del entramado inmobiliario-especulativo-corrupto de los clubes de fútbol españoles? Atención a las recalificaciones ilegales para pelotazos millonarios.”
 
 
 
 
Plasenzuela. Dejad que los ricos se acerquen a mí...
 
Plasenzuela es un pequeño pueblo de Cáceres donde casi todos los habitantes trabajaban para el exalcalde, en un fraude masivo del ayuntamiento a la Seguridad Social. Un agujero de casi seis millones de euros para una población de quinientos habitantes. Las matemáticas no engañan. Todos colaboraban, todos chupaban del bote. Ya solo es cuestión de extrapolar este caso a la realidad actual de nuestro país, y el resultado es un despilfarro generalizado del dinero público, corrupción, amiguismo... “el pan para hoy es el hambre de mañana.”
 
“Si en un pueblo de quinientos habitantes han desaparecido seis millones de euros, ¿qué no va a desaparecer en una comunidad entera? ¿Nos sorprende que la Comunidad Valenciana , que fue una de las más prósperas de España, haya pedido el rescate? Y lo peor es que si no establecemos medidas legales urgentes para prevenir y castigar seriamente la corrupción, en cuanto nos den el dinero del rescate y éste fluya, nos arriesgamos a que la historia se repita.”
 
Pero la corrupción no solo está entre la clase política, sino también entre las personas que pasan desapercibidas a nuestro alrededor : los que cobran y pagan en negro la reforma de un piso, los que fingen una baja por depresión, los que cobran el paro y trabajan en negro, los que saltándose las listas de espera consiguen una plaza en el colegio elegido gracias al cuñado que trabaja en la Consejería de Educación...
 
“Las Administraciones más proclives a la corrupción son aquellas con un mayor número de empleados públicos que deben su cargo a un nombramiento político. (...) El partido que controla un gobierno local puede nombrar multitud de altos cargos y asesores. Y éstos, a su vez, tejer una red de agencias y fundaciones. En total, en una ciudad media española puede haber cientos de personas cuya subsistencia y modus vivendi dependen de que el partido x gane las elecciones.”
 
Etxebarria no deja pasar un tema tan tremendo como el de las redes clientelares entre la clase política, que en el fondo corroen el sentido de ideología y democracia. Tampoco deja a un lado las listas cerradas que garantizan la elección de la persona elegida por el partido como diputado o senador. Personas que han ascendido por la decisión interna del propio partido sin que medie en ello voluntad popular de ningún tipo. Y es que “los partidos políticos no se rigen por un sistema democrático.” Son diversas las medidas que podrían llegar a adoptarse: una ley electoral más proporcional, listas abiertas, elecciones primarias para elegir los candidatos, revocación del mandato, referéndums vinculantes, presupuestos participativos, ley de transparencia, políticos sin privilegios...
 
 
 
 
Hacia dónde va Cataluña
Las reflexiones sobre el independentismo catalán son obligatorias en un momento en el que los nacionalismos se plantean a nivel político con más fuerza que nunca. La autora no se posiciona en contra del derecho a la independencia de nadie, pero tampoco puede dejar pasar un tema asociado a la voluntad de un gran número de población. “Intelectualmente puedo entender la emoción de aquel que se siente hijo de una patria, pero emocionalmente no puedo compartirla.”
 
“En España, según la Constitución, no se puede convocar un referéndum para que los ciudadanos de una nacionalidad o región decidan si quieren constituirse en Estado independiente. No lo puede convocar la comunidad autónoma, pero tampoco el Estado. No es un problema de titularidad de la competencia para convocar tal referéndum, sino de la inconstitucionalidad absoluta de convocarlo. El propio acto de preguntar es anticonstitucional.”
 
Aprovecha entonces Etxebarria para desmontar algunos mitos asociados al soberanismo catalán que, como cualquier mito que se precie, no pueden estar más lejos de la realidad. Importante en cualquier caso es destacar que Etxebarria enfoca más el tema desde el enfrentamiento de dos nacionalismos de derechas ( el catalán representado por CiU y el españolista representado por el PP) que se han enfrentado por un problema meramente económico. La excusa soberanista serviría de cortina de humo para ambos. La cuestión queda abierta:
 
  “ La adscripción política e ideológica, significa una posición cargada de significados culturales, que refleja en su orientación costumbres, hábitos, preferencias, filias y fobias, afectos y odios. Es decir, el  voto también es resultado de un proceso sociocultural y  político. En este sentido, refleja  al propio votante: su pasado, su presente y su futuro. Lo que ama. El acto de votar sintetiza y refleja las lealtades, los sueños y esperanzas del que vota. Y al votar, esa persona no sólo se enfrenta y se reencuentra con  la  urna, sino también  con sus problemas, sus necesidades, sus emociones, sus deseos, sus pasiones, sus expectativas y sus sentimientos. El/la  votante es él/ella y sus circunstancias, en la que múltiples factores inciden en su comportamiento  y definen la orientación de su voto Por eso no es tan fácil juzgar un voto catalán o vasco desde una perspectiva centralista. Porque no responde al mismo criterio emocional.    
Por lo tanto es imposible que desde estas líneas, y sin bola de cristal, se pueda hacer un análisis lógico de hacia dónde irá la deriva nacionalista, porque presumiblemente las decisiones de los catalanes serán más emocionales que lógicas.
Pero por si acaso, y como aviso a navegantes, cierro este capítulo con una frase inmortal de Maquiavelo:  Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento. “
 
 
Un libro que, a pesar de describirnos el desastre que es España, no puede uno dejar de leer por la gracia y la contundencia con la que está escrito y, cómo no, por lo sorprendente de todo lo que contiene. Creíamos que lo sabíamos todo sobre la crisis y la corrupción, pero Etxebarria abrirá los ojos a más de uno en algunas cuestiones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo ya lo tengo en la lista de libros por leer. Lucia comentó en su Facebook cómo intentó vender estos artículos (sin éxito) a varios medios... Este detalle, por sí mismo, ya dice mucho de la que tenemos encima.

Anónimo dijo...

Yo ya lo tengo en la lista de libros por leer. Lucia comentó en su Facebook cómo intentó vender estos artículos (sin éxito) a varios medios... Este detalle, por sí mismo, ya dice mucho de la que tenemos encima.