¡Vamos!

Cuajamos un deseo que nos llena de voluntad para los mejores quehaceres, que nos llevan al principio de la vida misma, que adquiere emotivas caricias mientras viaja hacia ese pedestal que todo lo propone.

Nos hemos de preparar para el futuro con caricias que han de alimentar cuanto somos en la noche que nos dirige hacia la misma vida, que todo lo agradece.

Debemos alcanzar los aires de una juventud que nos planteó qué hacer en los instantes mismos del comienzo de un recorrido de eternidades.

No podemos quedarnos en la nada. Los hechos nos regalan recorridos sintéticos que nos han de ubicar donde estimamos.

Los consejos nos han de brindar unos regresos a los inicios de una juventud alada que nos consienta y corrija para seguir. ¡Vamos!

Juan TOMÁS FRUTOS.