domingo, 21 de julio de 2019

La magnificencia del amor


Hemos resuelto
la duda del amor.
Existe.
Surge otra mayor:
¿dónde y con quién?

Dormimos
en el fragor de una batalla
que se inició
un buen día,
que olvidamos,
y que se hace eterna.

Los vacíos nos llenan
pero no del modo que estimamos.
Los fragmentos no se componen
cuando queremos,
y a veces no siempre retornan
a donde estuvieron.

La pérdida de inocencia
pasa su factura,
que nos permite resistir
pero no siempre ganar.

No nos hace falta mucho.
Crecemos con la mentira
de que sí,
y no es cierto.
Lo mucho nos hace rehenes
de la perfección,
que solo se da en la Creación.

No es sencillo entender.
Como premisa
no nos compliquemos mucho
con reglas y búsquedas
de cuestiones materiales,
que son efímeras.

Seamos realistas y soñadores
a partes iguales
y sigamos la estela de la dicha
compartida y única.

Nos conseguimos muy capaces
si nos despertamos a los demás.

El amor existe.
Nuestro afán es, o ha de ser, dar
con el punto y los seres
que nos magnifican con él.

Juan Tomás Frutos.

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