domingo, 29 de noviembre de 2020

Podemos ganar mil batallas

Nos preparamos para dar con los toques maestros que nos indicarán que todo es posible en la realidad que nos circunda. Nos exponemos al bien y al mal, sabiendo que al final ganaremos. No hay pavor.

Hemos de proponernos con ese ideal maestro que nos alimentará en el entreacto maravilloso de la vida, que nos debe envolver de parabienes maravillosos. Imagina, por favor, que el mundo mejora, y haz todo lo posible para que ése sea el itinerario. 

Somos muy capaces en los inicios y en los finales. Hemos de intentar que también ocurra lo mejor en los trechos intermedios. Hemos gestionado mucho hasta ahora. Lo importante es que siempre nos saquemos provecho en el buen sentido. Continuemos. Apartemos lo sobrante.

Cuestionemos lo que nos sucede con premisas maravillosas que nos colocarán en el umbral del sosiego. Apostemos por la vida. No apaguemos la luz de las entrañas.

Los eventos de antaño han de regular los movimientos de ciertos eventos hermosos, que no deben girar tan rápido en algunas oportunidades. Multipliquemos lo loable. Tenemos mucho coraje en el interior. No permitamos que apaguen nuestras luces. Abriguemos las esperanzas de los ancestros. Pidamos coraje. 

Hemos de dejar sonar las elucubraciones de una noria que nos ha de envolver de pasión. Nos hemos de quitar el equipaje pesado. Vivamos con entusiasmo. No lastimemos el presente, y menos aún el futuro. Podemos ganar mil batallas. Así será. 

Juan TOMÁS FRUTOS. 


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