sábado, 28 de noviembre de 2020

Razón y corazón

 Condimentamos

el amor hermoso, de calidad,

con más transparencia,

con la voluntad divina

de estar cerca y mejorar.


Nos hemos añorado

durante años, sin saber

que existíamos.


Decidimos robarnos

el corazón hermoso

que lo es

por el hecho de estar unidos.


Hemos edulcorado los espíritus

con las intenciones más honestas

y fraguado los milagros

que nos hacen estar vivos.


Nos debemos

al presente-futuro

que nos arregla

con sus movimientos certeros.


Nos premiamos

con unos besos fogosos

que nos reinventan.

Admiramos lo que nos rodea.


Nos pensamos.

Nos queremos.

Debemos darnos el tiempo suficiente

para avanzar,

para transformar cuanto tenemos,

que es bueno.


Hemos conseguido la suerte,

convertida en milagro,

de darnos y de ser

con emociones sinceras.


Premiamos al mundo

con nuestra presencia unida,

con las emociones supremas

desde la unidad más determinante

hacia la calma y la felicidad.


Estamos en ese plano

que alimenta el alma.

No necesitamos más que experimentarnos

en la felicidad.


Somos optimistas.

Nos dejamos vivir.


Ya no hay casualidad

en nuestras querencias.


Nos hemos mudado

para ser primera y última razón.


La mente se deja llevar

por un intenso corazón.

Gracias. 


Juan Tomás Frutos. 


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