jueves, 24 de mayo de 2012

Prestemos atención

Hemos de aspirar esas buenas sensaciones que nos han de insuflar fuerzas para mantener lo mejor de cada cual, esto es, el cariño, la amistad, el amor, los buenos dones compartidos desde la empatía y el aprendizaje del otro y con el otro.

Posibilitemos la realidad con diferencias, con aspectos críticos, con ansias de libertad, con palabras que no suenen a hueco. Nos hemos de permitir estar con una voluntad de querencias y de respetos cargados de admiraciones.

Tomemos nota del destino, de cuanto hallamos, de lo que hacemos, de nuestras capacidades, y abundemos en los pronósticos con unas aventuras dadas a la fantasía y a la hermosura. Ilusionemos el día a día con trechos y tránsitos hacia el mar de la creencia en el futuro.

Cuajemos esas faenas que han de cargarse de buenos números con los que abundar en las experiencias, pero sabiendo que lo importante, que lo más relevante, es la persona, el carácter humano que tenemos y que hemos de potenciar durante toda la vida.

Concluyamos con diversiones, con entretenimientos, sabiendo que el ocio puede compensar y equilibrar lo cotidiano. Hagamos caso, prestemos atención, a nuestro interior y a las miradas de nuestros convecinos, de los niños, de los mayores, de quienes andan todos los días en pos de una mejora social. De ellos, como de muchos otros, podemos aprender mucho, muchísimo.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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