Mitades y todo

Contemplemos la luz que nos regala la emoción por la que andamos. Hemos sido entre movimientos que nos indicarán el itinerario de la juventud sempiterna y jovial. Nos hemos de enseñar desde la serenidad y la cercanía. Todo es una apuesta simpática.

Deambulemos por los tiempos que enseñan sin dejar nada atrás. Hemos de aspirar las novedades para darnos la voluntad con ejercicios mayúsculos. No sembremos las dudas de otros años. Nos hemos de empatar a ilusiones. No malgastemos las energías que nos permiten lustres suficientes.

Abundemos en lo básico, desde la generosidad de ayudar a los demás, dando, procurando avanzar desde la proximidad del cariño. No fracasemos en las voluntades que nos invitan a crecer en la paz de quienes vuelven con una tranquilidad bien ganada.

Nos debemos una creencia en el destino. Hemos de conseguir que todo vaya bien, que todo se imponga desde lo posible, buscando la equidad y la aquiescencia de los que nos rodean.

Hagamos honor a los amigos y no los defraudemos. Son esos tesoros que debemos mantener como sea. Las mitades se han de concentrar haciendo que las partes sean ese todo que tanto precisamos.

Juan TOMÁS FRUTOS.