miércoles, 17 de agosto de 2011

En la vida cotidiana

Proponemos amor.

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Nos intentamos querer.

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Nos reflejamos en nosotros mismos.

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Lo malo se subsana con pasión.

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Nos reconducimos con muchos besos.

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Asumimos las preferencias.

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Nos hemos pedido mucho.

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Los pensamientos nos unen.

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Nos hemos llenado de ideas consentidas.

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Nos buscamos.

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Hemos comenzado. Las preferencias nos definen.

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Nos iniciamos en un proceso de más cariño.

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Nos hemos preferido.

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Nos hacemos crecer.

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Nos mostramos con apuestas singulares.

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Nos hemos recordado lo que significamos el uno para el otro.

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Catalogamos los deseos.

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Estamos en la misma onda.

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Te diré que es posible. Nos sensibilizamos.

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Nos decimos que sí sabemos mientras estamos unidos.

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Lo fácil no lo es, no tanto.

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Nos ponemos a operar en lo mínimo.

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Operamos en lo más querido.

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Intentamos otras creencias.

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Nos hemos tomado en serio.

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Nos ponemos a razonar.

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Mantenemos lo que somos.

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Nos hemos dado opiniones que nos implican.

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Nos hemos dado técnicas queridas.

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Nos pretendemos en lo bueno.

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Damos permiso para amar.

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Eres mi triunfo en pequeño.

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Los puentes nos unen. Que no nos separen como pretenden...

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Disfrutamos cada día de lo más ínfimo. Bajamos.

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Nos hemos dado justificaciones que son hechos.

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Nos hemos prestado más atenciones.

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Acudo a ti.

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Presentimos las dependencias de ideas.

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Nos hemos demandado más tiempo.

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Nos daremos tareas con las que amar.

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Nos metemos en tribulaciones de siempre.

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Acordamos la vida con más vida.

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Nos hemos aprovechado con presentimientos claros.

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Tendremos que definir las prácticas.

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Alegamos ante la vida.

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Nos creemos con prestaciones que son.

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Nos recordamos con un poco de paciencia.

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Nos damos afanes que nos hacen recurrir.

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Nos tendremos que querer.

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No hemos dado con los orígenes de antes.

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Nos hemos prestado deseos que ya no parecen nuestros.

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Nos asociamos a la vida.

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Nos hemos querido como somos.

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Todo parece estar en su sitio.

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Nos hemos sentido en plenitud de opciones.

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Pasa el tiempo. Ya veremos por dónde va el calor.

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Nos hemos prestado querencias.

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El calor sigue.

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Nos alcanzamos con esa totalidad de querencias.

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No hemos dado con las permanencias de cuando éramos más jóvenes.

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Los grados suben. Los soportaremos.

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Nos hemos desarrollado en comandita.

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Los niveles no son tales.

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Te he visto en la larga espera.

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No somos más. Tampoco menos.

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Te recuperas, y me alegro.

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Nos hemos fortalecido.

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Nos hemos reparado en el último momento.

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Afirmamos la vida.

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Nos hemos dado avisos que parecen tener sentido.

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Nos enganchamos a otros menesteres que nos dejarán con las manos libres.

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Eres mi gran circunstancia.

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No soy cuando no estás.

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Te cuento que la pasión es enorme. Los principios salen.

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Nos gestamos con todo el amor del mundo.

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Nos vencen. No hemos vuelto a la vida de otros.

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Apostemos en las noches mismas.

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Nos aceptamos como somos. Nos pensamos en los acuerdos de antaño.

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Decidimos que sí podemos afirmarnos.

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Nos preferimos con otras cuentas.

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Te he visto en el otro lado. No importa.

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Quedamos para vernos.

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Nos hemos gustado en los inicios y al final.

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Me encantan tus ruegos, que son los míos. Los acercaremos.

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Nos prestan acontecimientos nuevos.

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No hemos dado con los anuncios de otras eras.

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Me complace el rumbo que me cuentas.

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Nos hemos dado la bienvenida.

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Nos salvamos en el último momento.

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Ya te diré por dónde van los planes.

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Ya veré si estás o no.

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Nos hemos dejado llevar por la vida. No es la primera vez. No será la última.

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Nos encartamos en olvidos.

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Nos damos de todo. Las vinculaciones nos hacen ser más felices.

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Me gustas en esas noches que no tienen lunas.

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Competimos por nada. Nos introducimos en otras etapas que nos domminan.

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Jugamos a vivir.

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No vamos a contar los minutos.

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Nos hemos escuchado en los comienzos mismos.

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Nos prestamos tiempos que no son. Nos optimizamos.

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Nos hemos conseguido al final.

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Nos pensamos en las noches que parecen ocultarse.

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Prestamos mucho amor.

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Nos hemos vuelto donde estábamos cómodos.

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Me gusta lo que me cuentas. Eres adorable.

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Nos citamos en la vida cotidiana.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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