miércoles, 7 de septiembre de 2011

Informar sobre personas con discapacidad

El asunto del tratamiento informativo de las personas con discapacidad es de rabiosa actualidad. La credibilidad de los medios, siempre en entredicho, está más amenazada aún hoy en día por esa lucha atroz que practican las empresas en una búsqueda permanente de más audiencia.

El “enfoque” de la discapacidad, de aquellos que tienen algún tipo de limitación, que, a menudo, puede ser porque han sido víctimas de accidentes o de alguna clase de “desfortuna”, es un asunto muy importante, puesto que, en estos casos, como en otros, la sociedad nos mira, a los periodistas, con más exigencia. De ahí que los tratamientos informativos exijan la puesta en escena de códigos éticos específicos que nos permitan hacer nuestras tareas de la mejor manera posible.

Por ahí deambulan varios trabajos periodísticos que han sabido poner en cuestión el sistema con el que trabajamos, con poca especialización y mucha premura en ocasiones, que son dos enemigos del buen proceder en comunicación y en otros territorios.

En este aspecto, como en otros, solicitamos consenso, pacto, autorregulación, espíritu crítico, y todo ello con una buena dosis de razón y de corazón. Tomemos en consideración algunos ejemplos poco deontológicos de los últimos años, que los hay, modelos que han servir para no reiterar las deficiencias detectadas.
Es éste un asunto muy interesante, y sobre él queremos despertar el deseo de investigar, de trabajar con ahínco, con empeño, con óptimas intenciones, fundamentalmente por la sensibilidad que despierta.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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