lunes, 5 de septiembre de 2011

Un valor para toda la vida

Aportemos buenos equipajes. No nos dejemos atrás esas esperanzas que salvan. Nos hemos de proporcionar climas adecuados de fe, de amor, de bondad.

Todo lo que funciona tiene que ver con el amor. Superemos las crisis de identidad haciendo preguntas. Declaremos una pugna fugaz, y nada violenta, en contra de las frustraciones y las depresiones.

Tomemos el agua que sacia la sed, ese líquido elemento que limpia y que regala salubridad. Sepamos lo que queremos antes de tomar decisiones. Las buenas opciones tienen que ver con un previo asesoramiento.

Desplacemos los obstáculos hacia esas simas que todo lo entierran. Nos hemos de poner a predicar con trigo, con confianza. Podemos hacer lo que nos propongamos. Fomentemos la intuición más hermosa.

Contabilicemos los triunfos de modo que sumen en el conjunto sin protagonismos, ni falsos ni reales. Informemos a nuestras mentes y desaconsejemos a nuestros corazones cuando el daño supere al beneficio. Lo importante no está en la mirada, sino en lo que vemos. Accedamos poco a poco a lo que tiene esencia, aunque sea transparente. Cuesta más ver este tipo de tesoros, pero valen más y duran toda la vida.

Juan TOMÁS FRUTOS.

No hay comentarios: