miércoles, 26 de diciembre de 2012

Dispongamos las medidas oportunas

Veamos el alma de la vida en todas las proyecciones de las tareas que afrontamos. Cabalguemos hacia el horizonte que nos sirve de testigo. Hemos de presentar batalla pacífica a los aires del destino. No nos quedemos en la nada.

Procuremos avanzar con una fortaleza que nos haga distinguir entre lo preciado y lo que no lo es. No nos asustemos ante la falta de calma de quienes vienen con un toque que podríamos catalogar de maestro. Demos enfoque a lo que nos rodea.

Presentemos esos ejes que nos mantienen vivos y con esperanza. No magnifiquemos las razones de quienes vienen con toques de conquistas relativas. Nos debemos fomentar los suficientes menesteres para no fragmentar la realidad que nos fortalece.

Nos debemos perdonar constantemente con asunciones de competencias y con el desarrollo de las capacidades cognitivas que nos hagan vivir en la independencia y en la autonomía de funciones y de operaciones.

No nos quedemos en los pensamientos. Vayamos un punto más, todo lo que sea menester, para afrontar con tino lo que nos devuelve a esos foros en los que podemos sostener lo que tiene un valor añadido. Pongamos manos a la obra para que no nos falte lo esencial. Dispongamos las medidas oportunas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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