martes, 24 de mayo de 2011

A MODO DE REFLEXIÓN DE UNA VÍCTIMA

Que me dejen en paz

Está ahí,
y no lo reconozco.
Me duele.

Es mi amor,
que vuela,
aunque inerte.
Es mi cuerpo,
aunque roto.
Es mi ilusión,
ahuyentada por la pena,
descalza, en harapos,
mutilada, sin poder ver.

Y está ahí,
sí, aunque no lo parece,
entre fragmentos
sin día ni noche.

El tiempo ha parado,
y ya nada ocurre,
ya no para mí,
pues nada tiene sentido,
aunque otros cuentan
historias con conocimientos
y severas apreciaciones
que me tocan de cerca,
pero que no hago mías.

Todo está ahí,
todo lo que era importante,
y los que vienen
a contarlo y recontarlo,
no lo ven,
no como yo.

¡Que me dejen en paz
con mi luto!


Juan TOMÁS FRUTOS.

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