jueves, 26 de junio de 2008

La fortuna de encontrarte

Eres capaz de conseguirlo, de sacar la leña de un incendio, y salvarla, y salvarte. Tienes un puesto asegurado en un cielo que es tuyo. Eres la referencia defensiva. Te destaco por esa percepción que he tenido de ti sin conocerte. Protagonizas un favoritismo ideado. Te beso sin peligros. No eres duda en modo alguno. Eres mi cuestión susurrante. Te he tomado como costumbre. Te acerco. Eres mi candidata largamente buscada. Estás en mi catálogo forrado de bellezas. Medito tu conveniencia para recrearme en tu imagen. Te he contratado sin reglas, sin papeles. Estás y milito en tu grupo, que no sé cuál es, ni me importa. Me has habilitado. No me valen tus agresiones. Me enfrento a las circunstancias que no me gustan para defender tu posición, que es tuya por siempre. No podría ni haber soñado en alguien como tú. Me empleo para repasar el acontecimiento de los últimos tiempos, que gira en torno a ti. Diversificas. Eres responsable. Empiezo y termino con debates que me llevan a ti. Inspecciono tus dotaciones. Logro intermediar y realizo una suave auditoria. Vivo en comunión con tu imagen, que me suministra un regadío del que depende mi desarrollo. Me aportas estabilidad en la carrera difícil. Hay mucha originalidad en estos trances amorosos. Nos hemos inaugurado en un desayuno que despliega fases y piezas. Corremos en una interesante muestra que tiene mucho que hacer. Nos restauraremos con una esperanza que presida una asamblea de homenajes. Destaco tu excelente labor. Los objetivos se pueden ver cumplidos. Podemos. Hemos conseguido una situación que nos regala entereza con medalla de honor. Pronuncio palabras que despiertan tu gratitud y mi reconocimiento. Ya no hay fachadas que nos impidan ver lo que viene detrás. Nos sentimos muy agradecidos. El sonido de las letras de las canciones favoritas se recrea con el pasatiempo del “deletreo” de tu nombre, que me sabe a la hierba fresca del verano en la Huerta. Te quiero sin rodeos, aunque dé vueltas sobre un sentimiento que me roba todo desde la timidez no dominada. Estoy por ti. Tengo suerte de haberte encontrado.

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