lunes, 30 de junio de 2008

Una buena ocasión

Te dedico unas líneas que son “entendimientos consentidos”. Te comunico mi sentir, que se desborda como el río Segura en esos otoños que adelantan los terrenos y los territorios. Invierto en ti porque me importas todo. Cuajo en una comparecencia que me regala opciones. Te obtengo. Soy entre deducciones que me priman. Me instalo en tu cuerpo. Incremento mis adicciones y produzco en esa red que me amplía las miras. La potencia te hace admirable. Te enmarco. Renovamos los porcentajes y continuamos con juguetes que nos entretienen en un estudio que extrae numerosas conclusiones. Trasteo tus dones, tus satisfacciones que procuran con naturalidad lo que necesito. Soy tu objeto. Desarrollo sentimientos afectivos que me inciden en positivo. Eres mi actividad más importante. Evoluciono con una psíquica que me da la adaptación que controla. No hay enfermedad. Te presento mis respetos. Intento consumirte. No hay deficiencias. Te entrego mi firma sin demandas. Dame lo que quieras. Has solucionado los agujeros y los desperfectos. No hay charcos que me derroten. Me acompañas y soy con tu destreza. Los pies tropiezan, pero tú me sacas del parque que era ejemplo de encierro. No hay padecimiento: digo adiós al colapso. Te presento mi aval y mis reivindicaciones. Te conozco: no hay riesgos. Te doy paso con intuición. Te ubico donde anhelo. Suscribo un convenio que coordina todos mis recursos, que intervengo para ti. Nuestro programa de fiestas está repleto de actividades culturales. Vamos a restaurar lo mejor de nuestro patrimonio y vamos a restañar las heridas. Nos ampararemos el uno en el otro, como tantas veces he pensado. Te propongo un viaje hacia el contraste superador de los malos hechizos. Te aprecio con tiempo: seguro que te conoceré con la base de la permanencia. Te presto mi capacidad y te demuestro que podemos venir. Trabajaremos como animales en un reto que nos unirá por siempre. Ahora tenemos medios. Es una buena ocasión.

No hay comentarios: