jueves, 26 de junio de 2008
Somos entre reflejos
Si pudiera reflejar en un papel “una imagen del placer” que me proporcionas, se trataría de una curva en la que se vería su comienzo pero no su final. Tengo mucha hambre de ti, y, aunque la sacias, sigue ahí, creciendo, con un apetito sin límites. Haces que ese placer sea mayor de lo que uno puede imaginar en cualquier instante. Me enloqueces y mitigas los puntos de desequilibrio. Parece contradictorio, pero es así. Igualas los grados más soñados. Apaciguas cualquier descenso desorbitado, y me haces acceder con fórmulas que me has regalado desde tu intuición. Comemos en el mismo plato. Me digo a mí mismo: “¡caramba, qué suerte he tenido!”. Me has levantado de una mesa vacía para colocarme en un pedestal que me encumbra a un mesón donde me regalas una comilona de pasión. Eres mi médico. Las sensaciones llegan incluso antes de que comiencen las razones del encuentro. Aguantamos y perfeccionamos cualquier anomalía. Hay cuestiones que nos llaman la atención. Nos manifestamos como somos. No hay miedo. El ridículo se ha despedido; y me siento a la tabla redonda con los cubiertos que preciso. La “finezza” se me nota: no estoy acostumbrado; es tuya. Eres un ancestral adagio cumplimentado. Eres un mito descubierto por un grado de avidez que has generado en mi corazón. Has sacado la elegancia que estaba en alguna parte. Nos utilizamos bien. Hemos sabido comprender los controles que manifiestan donde está la educación con motor. Eres la suprema inteligencia. Has trasladado el amor a un deseo irrefrenable que obtiene mejores resultados. Me encantas y me tiro en plancha para ser carne en tu cama y entre tus sábanas. Me gustas mucho. No me privas de nada. Empaquetas el placer, ese placer, en un envoltorio sensacional. No abusamos de lo que no es sano. Hemos trasladado las dudas a los días completos que nos pertenecen por una razón de justicia. Nos juntamos con unas mañanas agradables y sin excesos. Estamos preparados para que la teoría sea la práctica largamente esperada. Te soy sin “abusos”.
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