Digo y presiento

Te guardo todo en mi corazón, y te expreso que te siento mucho. .... Digo, afirmo, presiento, puedo, soy. .... Me dirijo a ti en nombre de un amor que debemos fomentar sin traumas. .... Hablamos de cariño y lo demostramos con claros pronósticos. .... Nos sentimos parte de un sistema que nos endulza todo cuanto hacemos. .... Somos parte de otro sistema, de otra semilla, de otros modelos. .... Cultivamos una nueva cosecha que nos dictará extraordinarios resultados. .... Nos dirigimos con otra noria que nos marea y nos malea. .... Aprendemos a ser nosotros mismos en la tela de una araña. .... Nos proponemos ganar otra posición, y, en este caso, sin dominio. .... Te pido una ayuda más que extra, con un poco de tomate, con una cantinela distinta. .... No logro hablar, ni decir, ni posponer nada de cuanto dices. .... Nos envalentonamos con unas carestías que nos incluyen en un lugar de pensamientos más que alocados. .... Me tomas por alguien razonable, y, en aspectos amorosos, no quiero serlo. Nos merecemos la felicidad. .... Te cuido y me cuidas como si fuera ese niño frágil que apenas aprendió nada. .... Te curas de un espanto que nos maravilla y nos acompleja. .... Te cuidas de algunos destinos que nos proponen no estar. .... Te digo que estoy en pie, y lo estoy de milagro. Hacemos promesas vacías. .... Te escurres de un pensamiento y de otro, y sueñas con la bondad. .... Te quedas con un complejo que te distrae del todo. .... No puedo mucho, no más, no lo que quiero, no lo deseable. .... Te proclamas parte de un todo que nos busca con palabras huecas. .... Pasamos del destino con sentimientos comprometidos. .... Te has adueñado de una era que nos agudiza el ingenio. .... No te enfades con lo que pretendes, y dime que será posible. .... No me quiero postular como tu amor, ni pienso que lo pueda ser. .... Me enfrento a mí mismo en una escuela de mandarinas a medias. .... Cultivo algunas sensaciones que nos quitan la paz. No podemos ser los otros, ni nosotros.