viernes, 31 de agosto de 2012

Se nos marcha otro grande de la escena española


Carlos Larrañaga
también parte hacia el infinito

            Llevamos un verano, aparte de caluroso y presuroso, colmado de calamidades por la desaparición de grandes figuras de la escena española. Ahora ha fallecido Carlos Larrañaga, emparentado con el teatro y el cine por los cuatro costados: hijo, padre, hermano, marido de grandes actores y actrices. Las relaciones consanguíneas y de amistad son ingentes con ese universo interpretativo al que adoró. Era inevitable que se dedicara al teatro. No olvidemos que, además de su contexto, fue cuestión de genes y de su propio pundonor el que surgiera con un talento tan especial en este territorio artístico, que es extraordinariamente complejo.

            Fue un eterno galán, incluso cuando hizo de malo, pero lo hizo con mucho decoro, con educación, sabiendo estar, dejando la huella, a menudo indeleble, de una melancolía por tiempos pasados de galanteos, de cortesía, de protocolo natural y estimado. Tuvo fama de ligar mucho. Imaginamos que bien ganada, en el mejor de los sentidos, en la esfera más brillante.

            Nos recuerdan que salió en una película cuando tan solo contaba cuatro años. Fue con el memorable Pepe Isbert. 71 años más tarde ha demostrado cómo se optimiza una vida en lo personal y en lo profesional. Toda una saga de actores tiene su eje en él, y, sobre todo, ha sido, es, la imagen de ese grupo familiar que ha visto en él una referencia en lo afectivo y en ese oficio que le llevó a una fama bien ganada. 
Por cierto, destaquemos que sus familiares son excelentes actores y actrices, y lo son por méritos propios.

            El teatro fue su ámbito natural, pero también lo ha sido la televisión y el cine. La serie Farmacia de Guardia, en los últimos años, le llevó a un pedestal en el que siempre estuvo por su calidez y calidad humana y profesional.

            Ha muerto en esa Málaga a la que amaba. Ha vivido, como diría García Márquez, y así lo ha confesado en todas las entrevistas que le han hecho. Fue una persona feliz, plena, contenta consigo misma, con lo que era, con lo que hacía, y lo sabía transmitir en la verdad de sus personajes, tan variopintos como estelares. Desde su “Alma de Dios”, con la que debutó, como hemos dicho, siendo un tierno infante, hasta “Los muertos no se tocan, nene”, ha tenido una carrera singular y como pocos. Ha trabajado hasta el final, hasta sus 75 años bien llevados, pese a las complicaciones de los últimos meses. Incluso estaba preparando una nueva incursión en el teatro que, por desgracia, no ha podido ser.

            Más de 70 películas y numerosos premios y reconocimientos: ése es su palmarés, al que unimos su belleza interior y exterior. Ahora se nos va, pero, sin duda, su mirada, sus buenos trabajos interpretativos, su bonita voz, su talento y su talante nos quedan como una imagen viva, dinámica, llena de chispa, como era él. Nada será igual en los escenarios españoles sin su presencia constante, pero lo importante es la faena y los ejemplos legados. De ellos hemos aprendido y aprenderemos mucho. Ya se sabe que los buenos actores no mueren para siempre. De momento, Carlos Larrañaga viaja hasta ese infinito de los actores que es, un poco, como estar en todas partes.

            Juan TOMÁS FRUTOS.

Tener fe


Dicen que la fe mueve montañas. Yo así lo creo. El problema es que no siempre vemos las montañas que se trasladan de un lugar a otro. Es una cuestión de perspectiva. Cuando ésta varía, es complicado poder demostrar lo que sucede, lo que anhelamos, lo que se cumple.

            Me dice un compañero, y me gusta que me lo confiese, que va a pedir, y también agradecer, la intercesión de una advocación mariana en la que creo. Me encanta la gente que cree en lo que no ve, entre otras cosas porque, nos parezcan reales o no, los milagros existen.

            Sí, seguro. Los vemos, por ejemplo, en las personas que actúan de voluntarios por todo el mundo, y también en nuestra Región, para que no falte lo mínimo a los que menos tienen. Son ciudadanos/as que contribuyen, por supuesto, en lo material, en lo físico, pero mucho más en lo anímico, en lo espiritual. Decía Teresa de Calcuta que hay mucha hambre (física) en el planeta Tierra, pero hay mucha más necesidad de amor, de saciar la carencia, o carencias, en la esfera espiritual.

            Es difícil tener fe, claro está, pero hemos de tenerla cuando advertimos personas que todos los días se levantan para ayudar y ayudarse, para trabajar, para estudiar, para avanzar, para prosperar, para dar o escuchar una palabra amable. Esos seres humanos, sin saberlo, o sabiéndolo, contribuyen a que el universo de circunstancias que nos caracterizan sea un poco más hermoso.

            Es un milagro vivir cada jornada, y tener amigos, y tener con quien compartir los pequeños éxitos y hasta los fracasos. Es un milagro atender a los otros, y que los demás nos atiendan, y que podamos proseguir con un empeño más o menos brillante. El poder decidir por nosotros mismos, el hacer lo que nos gusta, el tener a nuestras familias bien de salud y en otros órdenes, el poder respirar el mismo aire, el conversar en torno a una taza de café, el poder sonreír… son milagros que hemos de pregonar para que doblemente se entienda que, a menudo, por ser supuestamente “normales”, estas situaciones no se valoran.

            Contar con quienes creen en nosotros es también un milagro. No pocos crecen sin tener a alguien que los guíe, que los alumbre, que les dé alguna intencionada lección de convivencia. Precisamos las palabras de los maestros, y el tenerlos a lo largo de nuestra existencia es un milagro con el que nos fortalecemos en lo espiritual, y, por lo tanto, también en lo físico. El relacionarnos con otros y otras es una experiencia fantástica que hemos de ver, aunque sea meramente lo cotidiano, con fortuna y apasionamiento. No siempre valoramos el tener una palabra amiga, o una mano amiga, el tener a alguien cerca.

Saber interpretar la vida

            En este mundo de prisas no manejamos bien los conceptos, pues rápidamente los aprendemos, y rápidamente se olvidan. Tiene su lógica por una proporcionalidad de esfuerzos. Nos debemos preparar durante toda la vida para interpretar los símbolos que nos rodean en forma de hechos, de gestos, de ideas, de acciones y de omisiones. El poder hacerlo, el que tengamos capacidad para decidir, es ya, en sí, un milagro. Hay muchas personas que eligen, pero hay algunas que eligen entre opciones malas porque todas las que les vinieron fueron complicadas. Es cierto que, al final, elige uno, y uno es el responsable de sus actos, pero también es verdad que hemos de dar las gracias cuando las decisiones que se han tomado lo son entre circunstancias afortunadas, pues seguramente constituyen el milagro del que les hablo en el sentido de que todo haya sido más fácil, o, cuando menos, posible.

                Tener los ojos abiertos, el corazón a la escucha, y fe en el presente y en el futuro, así como esa ventana abierta que nos pedía el poeta Rosales, para que las opciones viajen con libertad en nuestras vidas, son aspectos de unas existencias milagrosas que, junto o al margen de los hechos religiosos, demuestran que tenemos esperanza en lo que no vemos, en lo que está por suceder. Recordemos que, aunque no las divisemos, las montañas se mueven todos los días.

Juan TOMÁS FRUTOS. 

Por amor

Me encanta esa mirada
limpia y anhelante
de sueños por realizar.

El tono suave de tus palabras
atrae y encandila
con posos de oportunidades
que tendremos que aprovechar.

Me deleitan tus opiniones,
y hasta tus silencios
me convencen de nuevo
de una voluntad en ciernes
que caerá para reconstruir
lo que dejamos a medias.

La nada es hoy principio
de unas consideraciones plenas.
Lo podemos llamar amor.

J.T.

Adelante como el primer día

Llega la lluvia, y todo parece cambiar dejando las esencias perennes. Es algo más que un símbolo. La lluvia trae otra estación, otros ánimos (mejores y peores), anhelos, cambios, transformaciones, humedad, higiene, fresco, renovación, aunque sea a través de la desaparición de lo conocido, lo cual no siempre gusta.

Nos debemos animar todos los días con esos hechos que nos permite la fortuna que vivamos. Incluso debemos sacar partido a aquellos que son menos buenos. De todo se aprende, o debemos.

Procuremos vivir las fantasías de los buenos y bellos momentos de cariño, que también los tenemos. Hemos de amar sin poner condiciones. Aprendamos de quienes ejercen en la distancia o en la cercanía, de quienes son ante eventos memorables o menos conocidos.

Fijemos objetivos cotidianos con los que ir trazando una senda que no debe quedarnos fuera de ese contexto con el que aprendemos. Nos debemos a ese universo de intenciones con las que podemos formular una serie de esfuerzos que fructifiquen en el sentido anhelado.

Comandemos esas iniciativas que deben ser resultado de la más linda experiencia. Tomemos la palabra y la mano de los buenos amigos, y sigamos la estela de la ilusión, ésa que, aunque fracasemos, nos invita a seguir adelante como si fuera el primer día de nuestras previsiones vitales. 

Juan TOMÁS FRUTOS. 

Se ejerce la vida

Nos regalamos la mejor empatía.

...

Hemos de ser sin destierros de buenos pensamientos.

...

Vayamos para contar quiénes somos.

...

Pidamos un poco de amor.

...

Todo será cuando pueda ser.

...

Nos hemos aproximado a la vida misma.

...

Contemos lo que sea menester.

...

Todo es en la noche de esos tiempos que nos aclaran las voces eternas.

...

Nos alumbramos con paciencias.

...

Todo es escucha.

...

Nos hemos ensalzado con la belleza de los buenos actos.

...

Te expreso mi devoción, que es alta, que es única, que es porque eres tú.

...

Nos hemos pedido un tiempo que se eternizará.

...

Nos queda mucho que contar.

...

Nos hemos aproximado al más puro anhelo de libertad.

...

Nos liberamos y damos varias vueltas para reconocer ese otro territorio.

...

Nos hemos planteado el regreso.

...

Nos conformamos como buenos amigos. Hemos tenido suerte de hallarnos en ese camino de curvas.

...

Nos enamoramos con un sí.

...

Hemos detenido el tiempo.

...

Nos impresionamos con una regla que son dos.

...

Hemos cautivado una fortuna que nos distrae.

...

Nos hemos planteado un regreso que es voluntad en el desierto que convertiremos en oasis.

...

No podemos. O sí. Seguro que todo irá mejor.

...

Dibujemos el mejor pronóstico.

...

Hemos de ir para aterrizar en el planteamiento más querido.

...

Todo será en la noche de esa existencia que nos detuvo.

...

Fui, siempre fui, y volví, siempre volví.

...

Nos damos una gran sensibilidad.

...

Todo nos eterniza con reglas de aseguramiento y voluntad en ese plan que nos muestra amor.

...

Curan las heridas. Somos de nuevo.

...

Nos hemos dado señales de amor.

...

Parte la vida hacia otra página, con otra vida.

...

Separamos cuanto fue.

...

Nos acercamos a los mejores porcentajes.

...

No me vale en este nuevo recuerdo. Nos afectan las distancias. Las debemos reducir.

...

Ya estamos preparados para la vida misma.

...

La vida se ejerce, se tiene, se manifiesta, se defiende.

J.T.

Contamos

La fiesta nos regala ese momento inolvidable.

...

Sabes que surgimos con buenos efectos.

...

Nos hemos dado un destacado afán.

...

Nos enamoramos sencillamente, procurando que la vida se una suma de momentos especiales.

...

Nos introducimos en ese universo de sueños cumplidos.

...

Nos damos el sentido más alto.

...

Dediquemos ese segundo básico para el amor que nos dará creencias en el futuro.

...

Nos hemos de manifestar en lo correcto, en ese todo que nos dirá que sí. Podemos aceptar cuestiones consideradas esenciales.

...

Nos postulamos con todo el amor del mundo.

...

Estaremos, siempre estaremos, para amar, dispuestos a mantener y fomentar las esencias más estimulantes.

...

Consultemos ese espacio que fue.

...

Nos daremos una gran alegría con negociaciones queridas.

...

Vislumbramos las opciones de la felicidad que aparece a lo lejos.

...

Contamos porque nos queremos. Lo decidimos hace tiempo.

J.T.

Nos libera el amor

Nos habituamos a vivir en la rutina.

...

No sé por dónde va lo bueno.

...

Nos hemos convencido del amor hermoso.

...

Todo llegará entre razones queridas.

...

Nos aliviamos con unas voluntades ciertas.

...

No podremos vernos en otras ocasiones.

...

No vamos a tocar la nada con la razón misma.

...

Nos volcaremos en ese sí que será.

...

Hemos predicado con varios ejemplos.

...

No todo llega, pero llegará.

...

Nos planteamos el regreso a lo que fue lo mismo.

...

Nos hemos liberado de la paciencia que fue lucha.

...

Nos regalamos conceptos.

...

El amor nos libera de todos los pesares.

J.T.

Listos para amar

Nos damos los buenos días.

...

Recogemos el mejor anhelo.

...

Nos liberamos en el puro plan de amor.

...

No damos con las enseñanzas de antes, pero las intuimos.

...

Recorremos el itinerario de siempre.

...

Hemos visto, y hemos sabido.

...

Todo nos vale de nuevo.

...

Cuadremos el fuego amigo.

...

Nos elevaremos por la amistad más profunda.

...

Nos adoramos completamente.

...

Viviremos en la otra cara de la moneda.

...

Todo nos podrá ser.

...

Hemos adecuado el mejor discurso.

...

Nos planteamos el regreso a la razón.

...

Todo podrá ser donde toque.

...

Nos reclamamos un poco de más atención.

...

Estemos listos para amar.

J.T.

jueves, 30 de agosto de 2012

El secreto de la felicidad

Hagamos acopio de fe ante los elementos que no siempre vienen con la música y el afán que nos gustaría. Estiremos las opciones y demos con los pronósticos y las más solventes sugerencias. Plasmemos buenos resultados.

No apaguemos la llama de la esperanza ante lo que nos acontece, que es variado y dispar, con insinuaciones que debemos plantear con una creencia firme.

No fallemos. Hemos de procurar que la andadura se de con una firmeza de señales auténticas. Nos queremos mucho, desde la amistad. Tengamos esa formación que nos dictará buenas conclusiones. Hemos de bendecir la mesa de la creencia. Dulcifiquemos las jornadas, que nos deben brindar calma y justicia.

Vivamos ese caudal de opciones que nos repone la existencia con una gracia que nos transportará a la eternidad, si sabemos interpretar cuanto ocurre. Alberguemos entusiasmo.

No vaguemos por situaciones que nos detienen en etapas de alta amistad. Nos debemos esa gran apuesta donde los principales ganadores han de ser los vecinos de este viaje que llamamos vida. Dignifiquemos los eventos que nos proponen caricias y singladuras hacia ese amor que será el gran secreto, que siempre lo ha sido, para la felicidad. Pongamos, pase lo que pase, punto y seguido.

Juan TOMÁS FRUTOS.

El sueño hecho realidad

Eres ese sueño
que iré haciendo realidad
con el paso de los años.

No me daré mucho tiempo,
no lo necesito ahora,
pues es claro
que nacimos para estar juntos,
y, precisamente por la felicidad
que ello nos regala,
todo, por mucho que sea,
que es, que será,
nos parecerá corto.

Eres ese pensamiento
que un día vemos con forma
y sensaciones, con sentido
y sentimientos densos, queridos,
en un universo que ya entiendo,
porque, como digo, estás tú.

J.T.

Cultivemos la vida

Reforcemos el amor.

...

No paremos hasta dar con el sentido de la verdad.

...

Nos hemos de solicitar todo ese tiempo que nos preña de aptitudes.

...

Nos superamos para darnos una respuesta.

...

Vivamos el mejor consejo.

...

Nos cuajamos de pensamientos nobles.

...

No podemos quedarnos en esa nada que nos alimenta con un rastro de pensamientos únicos.

...

Todo será cada día. Nos pensamos del todo.

...

Miremos por esa ventana que nos abre al mundo sin confusiones.

...

Hemos adivinado varios procesos. Estamos en ellos. El amor los preside.

...

Nos planteamos un regreso al momento del enamoramiento.

...

Iremos un poco mejor.

...

Las señales nos encantan. Todo tiene su amanecer.

...

Nos resuelven algunas dudas.

...

Ya pensamos en ese futuro que vamos a compartir.

...

Nos hemos preparado para ir donde sea menester.

...

Pensemos en los mejores ejemplos del amor.

...

Ya te diré lo que te quiero. No esperaré mucho.

...

Eres mi presente y mi futuro.

...

Cultivemos el campo de la vida como si fuera el primer día y el último. Tengamos mucho sosiego en ese proceso.

J.T.

Senda adecuada

Vivamos en los mejores espacios.

...

Las travesías nos encantan.

...

Nos hemos solicitado un nuevo beso. Lo damos.

...

Hemos consultado los pensamientos más dulces, que nos regalan más y más suavidad.

...

Nos planteamos el regreso más estimulante.

...

No hemos dado con el tono, pero casi lo hemos logrado. Dediquemos más tiempo.

...

La existencia tiene firmezas y aspectos más flexibles.

...

Nos recordamos lo que nos queremos. Lo sabíamos.

...

Hemos de vivir en paz, en pura paz, en el todo.

...

Nos comprendemos en ese momento que es gloria. Digamos que es posible, que podemos tomarnos bien.

...

Hemos simplificado el amor, pero tampoco conviene que lo relativicemos.

...

Instamos al cariño, pero éste ha de venir libre.

...

Nos sorprendemos en positivo. Ésa es la senda.

...

Nos damos mucha paciencia.

...

Mejora el día. Deja atrás lo que no fue nuestro.

...

La senda es la adecuada.

J.T.

Comprendemos lo anecdótico

Te has convertido en el mejor tesoro.

...

Avancemos por la mejor senda.

...

Concluyamos con la misión más hermosa.

...

Todo será en todo lugar.

...

Nos preparamos para ese tiempo lindo.

...

Nos gozamos en esos sueños que compartimos a la perfección.

...

Hemos adecuado los momentos.

...

Nos instruimos en lo más querido.

...

Vamos deprisa y despacio, según la etapa que nos toque.

...

No hemos referido lo principal, pero lo haremos.

...

Nos postulamos como grandes amigos que somos.

...

Hemos tomado en consideración la paz misma.

...

Nos recordamos en el otro extremo.

...

Nos hemos aliviado en la gran espera.

...

Miramos la despensa del amor.

...

Nos tomamos como buenos amigos que somos.

...

Hoy comprendemos lo anecdótico.

J.T.

A la vida misma

Nos dejamos llevar por el hechizo del amor.

...

Nos sorprende la vida misma.

...

Cuadremos las mejores fórmulas.

...

Todo es, y hasta será.

...

Nos damos un tanto de sentido.

...

Corrijamos un deseo, que han de ser dos.

...

Nos emparentamos con las ideas más divinas.

...

Hemos de recoger los planteamientos básicos.

...

Nos acercamos a la vida misma.

J.T.

miércoles, 29 de agosto de 2012

El amor y sus definiciones

El amor es ese poliedro
que nos asalta
con dudas, sugerencias,
felicidades, señales objetivas
y subjetivas, mansas y alocadas,
con voluntades tan férreas
como alejadas de la seguridad.

El amor es esa teoría
que cuesta poner en práctica,
es esa cura que no tiene cura total,
es ese cíclico comienzo
del que aprendemos para tropezar de nuevo.

Es el amor lo que se halla
en esa encrucijada de cariño y admiración,
de tesón y pérdida, de fortalezas y agonías,
de pesadillas y carcajadas...

Es ese todo troceado
que diezma y multiplica voluntades,
que no admite relojes,
pero cuenta el tiempo,
que sana y enflaquece en paralelo,
que nos hace volar
y que nos mantiene en tierra
con ánimos escurridizos.

El amor es vivencia personal,
que sólo aprende de las propias horas,
y, a veces, ni eso.

Su encanto y su desventaja
residen en que es, precisamente, el amor,
lo supremo y lo mínimo,
lo carismático y lo anecdótico,
lo visible y lo invisible,
lo que nos han contado y mucho más.

Lo mejor de todo, en el amor,
es que siempre está por reinventar.

J.T.

Previsiones

Busquemos ese punto que hasta ahora era olvido.

...

Nos debemos una imagen de casi perfección.

...

Nos preferimos con un amor de sensaciones nobles.

...

No todo es. Nos olvidamos con recuerdos nuevos.

...

Todo estará donde debe.

...

Nos iremos para dar con el toque maestro.

...

Eres ese momento que me da fuerza.

...

Nos aglutinamos con los más lindos cambios.

...

Repescamos los gratos sueños.

...

Fuimos por el mismo lado. Nos debemos un poco de serenidad.

...

Vayamos para dar ese toque maestro. Iremos para señalizar ese todo que será una buena parte.Nos dedicaremos tiempo para amar. La felicidad está a la vuelta de varias esquinas.

...

Estaremos frescos bajo la lluvia.

...

Nos tumbaremos al Sol para vivir.

...

Hoy nos reconocemos en lo básico. No faltaremos a nada.

...

Nos hemos preferido en la espera que es.

...

Pregonemos lo más hermoso. Nos hemos sentado a la diestra del amor, que hermosea, que siempre hermosea.

...

Nos hemos de dar lo mejor.

...

Aseguremos los pronósticos.

...

Amar supone también admiración.

...

Nos mezclamos, y somos muy felices, mucho.

...

Hemos de buscar en lo que fue propósito y algo más.

...

Nos hemos dado las sensaciones más útiles.

...

Cuadremos las fórmulas más gustosas.

...

Ya no estamos, ya no iremos, ya no seremos.

...

Consultemos con paciencia el amor que sentimos.

...

Hemos de consolidar lo que fuimos.

...

Nos prestaremos ese amor que fue algo más que memoria.

...

La sencillez está cerca de la felicidad.

...

Nos hemos de dar oportunidades de ser, de vivir, de poder estar en paz.

...

Las previsiones se cumplen, si las hacemos razonablemente.

J.T.

Es posible mejorar

Hemos de analizar lo que realizamos cada día con el interés manifiesto de solventar dudas y problemas y con la mirada puesta en su solución. Nos debemos ese tiempo preciso para tomar las mejores decisiones.

Hemos de propiciar un anhelo superador de lo que nos vaya sucediendo. Tengamos agallas para afrontar las diversas situaciones que nos propone la vida, que no siempre nos otorga lo que buscamos o lo que queremos. Hemos de ser entre pensamientos de cariño, que nos tranquilizan.

Despertemos con esos puntos que nos alimentan y que nos enriquecen entre menesteres de doble comienzo. Nos debemos superar sin consentir apuros. Todo puede ser aceptado, pero siempre dentro de unas moderadas circunstancias.

Consintamos esos refuerzos que nos han de proponer mejorías y adelantos con unas fórmulas superadoras de barreras. Nos hemos de tomar en serio lo crucial, y relativizar los mil avatares que nos envuelven con sus escuchas y atenciones.

Las horas pasan, y nos dictan resoluciones que hacen patentes impresiones con sus máximas y mínimas. No sabemos todo lo necesario, pero sí intuimos lo suficiente para no atascar lo fundamental.

Tomemos un poco de agua en forma de relaciones, de amistad, de amor, de buenos hechos, y entendamos que es posible mejorar poco a poco, con un cierto empeño, poniendo cada día nuestro particular grano de arena. Es posible. Sin duda lo es.

Juan TOMÁS FRUTOS.

La magia de la vida

Nos decidimos desde el amor.

...

Preguntamos, y ya está la respuesta.

...

Nos hemos de propiciar con mucho deseo.

...

No seremos en ese otro lado que nos complace.

...

Nos hemos de presentir con planes en tiempo real.

...

Nos damos los buenos días, que entendemos.

...

Hoy estamos en ese tratado que gusta.

...

Nos implementamos con lo específico.

...

Nos hemos dado lo más lindo.

...

Nos apuntamos una resolución al conflicto.

...

Nos miramos desde una costa que es.

...

Lideramos los más óptimos deseos.

...

Nos tranquilizamos con todo lo que nos contamos.

...

Hemos asumido nuestras más grandes responsabilidades.

...

Iremos para comprender lo que nos sucede.

...

Hoy nos pedimos un poco de buenas sensaciones.

...

Todo será en cuanto pueda ser.

...

Nos damos esas opciones que aprueban cuanto fue.

...

No hemos consumido la parte que se nos fue.

...

Nos prestamos todo ese apoyo en vías de transformación de lo que consideramos esencial.

...

Terminamos para comenzar con la magia de la vida.

J.T.

La solución que sana

Nos preferimos en este nuevo día.

...

Eres toda esa razón que me invita a ser.

...

Nos presentamos con honor.

...

Hemos decidido volver a empezar.

...

Nos provocamos con sensaciones prestas al recuerdo.

...

Nos hemos de mover hacia el mar que nos protege.

...

Hoy estamos más que juntos.

...

Nos juramos todo ese amor que es.

...

Presentemos ese amor que nos envuelve con sábanas de puros colores.

...

Todo será donde tenga que ser.

...

Nos hemos de proponer para vivir mejor. Nos suenan las sensaciones que nos envuelven con sus mantos protectores.

...

Hemos adherido esfuerzos.

...

Tengamos la mejor fiesta.

...

Todo es, me digo, y será, me diré otra vez.

...

Nos determinamos estupendamente. Nos amamos, y eso ayuda mucho.

...

Nos hemos consentido con reglas de cariño.

...

Nos presentamos con todo ese deseo hecho realidad.

...

Hoy estamos listos para ser nosotros mismos. Sí, un poco más.

...

Nos debemos un tiempo.

...

Nos hemos de reponer de los anhelos no cumplidos.

...

Nos destacamos lo mejor de lo mejor.

...

Hoy somos otra vez, casi siempre.

...

Nos hemos pedido un tiempo y medio. Nos sabemos enamorados.

...

Todo será otra vez, casi siempre.

...

Nos presentamos con una duda que son varias.

...

Hoy disipamos las nubes que nos impiden ver nuestro amor.

...

Nos hemos aclimatado bien.

...

Recordemos lo que fuimos.

...

Nos hemos de entusiasmar con todo cuanto hacemos.

...

Nos recordamos con la paciencia más infinita.

...

Nos contemplamos con luces que son.

...

Nos hemos de llenar de presentimientos cumplidos.

...

Hoy nos reponemos de los momentos complicados.

...

Amar es siempre la solución que sana.

J.T.

Cercanía de la perfección

Estamos y estaremos juntos.

...

Sabes que el día será bueno estando entre las mismas razones.

...

Nos hemos tomado en serio.

...

Las virtudes se consolidan.

...

Nos hemos de mirar con una cierta entrega. Los corazones se comprenden.

...

Los olvidos son hasta necesarios. Algunos.

...

Me comprometo a amarte. Tu compromiso es más evidente.

...

Nos hemos animado a vivir.

...

Espero que el día te enloquezca en el mejor de los planos.

...

Alivian tus palabras.

...

Nos preferimos muy bien.

...

Hemos de contrastar los pareceres, que se parecen más.

...

Nos estimamos mucho, más que antes incluso.

...

El Sol enciende las velas de la noche.

...

Hoy tomamos del mismo sentimiento.

...

Nos recordamos como fuimos.

...

Nos hemos de entender en varias oportunidades.

...

No hemos dado con las claves, pero lo haremos.

...

Empatizamos en los buenos recuerdos.

...

Hoy tendemos hacia los mismos puentes.

...

Te acercas a la perfección.

J.T.

martes, 28 de agosto de 2012

Recordando a una gran actriz


Aurora Bautista se nos ha marchado,
pero nos deja su brillo artístico

El ánimo está afligido, roto por el destino inexorable al que todos nos enfrentamos. El deseo es que sea tras una vida plena, como es el caso al que nos referimos. La vida humana tiene enormes contingencias, entre las que descuella el hecho de la muerte, que genera, como decía el poeta, “un mar de ausencias”. Cuando esto sucede, es bueno hacer balance, lo que contribuye a que no desaparezcamos del todo.

La actriz Aurora Bautista se nos ha ido. Fue una de las artistas más descollantes durante varias décadas en la escena española. Este verano está siendo especialmente duro en ausencias, y ésta se suma a la marcha de una serie de personajes con los que crecí, con los que nos hicimos adultos, lo cual me deja con un mal sabor de boca, así como con una sensación de hastío y de soledad que no sé cómo se pueden superar.

Su periplo estuvo lleno de vitalidad. Tenía, ahora, 86 años (ya sabemos que el concepto tiempo es lo que es, una manera de contar la vida), pero yo la recuerdo lozana, con su voz clara y su mirada limpia en esa Isabel La Católica que protagonizó a finales de los años 60 para TVE y la televisión pública italiana, la RAI. Eran unos años en los que se llevaban mucho las coproducciones, con excelentes resultados. El personaje estelar lo era de otra serie magnífica “Cristóbal Colón”.  Estos capítulos llenos de ternura y de historia marcaron toda una época, como la actriz que recordamos. Hay obras, como esta serie, que sobreviven a los años. Es el caso, pues tenía solera, maestría y sensibilidad a raudales.

Creo que no es fácil pensar en una artista que bordara sus personajes con más arrojo y autenticidad que ella. Fue la imagen de un tipo de mujer fuerte, inteligente, con ganas de aprender y dispuesta a superar cualquier obstáculo. Ella era así, y en sus interpretaciones aparecieron, de distinta forma, las huellas de estos caracteres y sentimientos.

Hizo lo mejor que sabía hacer, que era actuar en la escena teatral y cinematográfica española, y brilló con los mejores. Hay cientos de pruebas, a través de sus diversos papeles, de ello. En las últimas décadas estuvo con Paco Rabal, con Ana Belén, con Imanol Arias, con Esperanza Roy. Fue en “Divinas Palabras”, del dramaturgo  Don Ramón María del Valle Inclán.  El acopio del saber de toda una vida se mostró con una fuerza imparable. Los personajes que fue interpretando fueron cogiendo de ella el sabor del paso de los años en el mejor de los sentidos. La simbiosis entre sus representaciones y la persona misma fue perfecta. Antes actuó con actores como Alberto Sordi o Fernando Rey, de quien siempre dijo tener un extraordinario recuerdo. Fueron grandes amigos. En todo momento hemos escuchado hablar a los actores y actrices españoles muy bien de Aurora Bautista, a quien sus padres pusieron con acierto no solo su herencia genética, sino también un bello nombre que lució tanto como su forma de ser. Rezumaba bondad. Recordemos por un segundo la expresividad de sus ojos.

Fama mundial

Destacó en teatro, dentro y fuera de nuestras fronteras. También fue sublime en los diversos papeles que interpretó en el cine, un arte en el que siempre se mostró muy cómoda y muy auténtica, con un estilo tan personal como cercano. La televisión fue decisiva en su vida, pues le convirtió en una actriz muy popular y conocida. Creo, a tenor de quienes le conocieron, que supo ver las opciones de los nuevos medios de comunicación en todo instante. Su brillo y su estela nunca se disiparon.

Las principales productoras y los más relevantes directores pujaron por contar con sus dotes artísticas. Un tándem excepcional lo hizo con el director Juan Antonio Bardem. Una de sus últimas películas fue “Adiós con el corazón” (de calificación excelente, pues es un filme lleno de genialidad), en el año 2000, un título casi premonitorio de lo que ahora sentimos con su marcha. Nos queda, no obstante, la tranquilidad de saber que los grandes talentos no mueren. Siempre estarán sus obras, sus complacientes recuerdos, y, en este caso, su saber estar como persona, pues fue, ante todo, una gran señora, adaptada a sus tiempos, y, asimismo, moderna, pendiente de un eterno aprendizaje en todos y cada uno de sus días de vida. La existencia humana es, esencialmente, un perpetuo conocer, con el corazón a la escucha que en su día dicen que tuvo el Rey Salomón. Aurora fue, sin duda, una reina en muchos aspectos.

Podemos ver en ella, aún hoy en día, el formidable elenco de artistas que se forjaron en España en los años 50 y 60. Sin apenas medios, fueron capaces de coger el testigo de los mejores, y aprendieron, y se perfeccionaron, y dieron al público una renovada época dorada en el teatro y en cine.

Afortunadamente ha podido disfrutar de numerosos homenajes y ha recibido a lo largo de su carrera multitud de premios. Es natural, pues a su técnica escénica unía una extraordinaria naturalidad. Tuvo conexiones con toda la geografía española y con muchos países latinoamericanos. Igualmente, hemos de recordar que tuvo vínculos con la Región de Murcia, pues pasó su infancia en Archena. Confiamos en que pronto se te haga un gran homenaje, o muchos, que rememoren una parte de cuanto fuiste, y serás.

Constantemente recordaremos su suficiencia y su buen hacer, así como ese hermoso físico que no se empañó con el transcurrir de los años. Hasta siempre, Aurora, Aurora Bautista. Tu brillo estelar permanecerá entre nosotros. Tuvimos la suerte de disfrutar de tu trabajo, y por ello la gratitud será eterna.

Juan TOMÁS FRUTOS. 

No fracasemos en el ideal

Hoy curamos el entorno para establecer las líneas de la felicidad en ese medio ambiente que haremos conjuntamente, que convertiremos en entero. Nos procuraremos calma, sencillez, estímulos para vivir y para demostrar que estamos mejorando.

Es el momento de dar con las actuaciones que nos liberaron con una creencia bella y sentida. Todo será en la trayectoria más grata. Lo he dicho millones de veces. Más lo diré en otra etapa de pensamientos consultados con creencias que han de respetar cuanto somos.

Hemos de asomarnos por ese margen que nos permitirá divisar la trayectoria que nos conducirá a las mansedumbres más necesarias. Iremos aprendiendo de los errores.

Manifestemos los logros que nos aclaran esas dudas que se expanden y que nos invitan a superarlo todo, o casi todo. Hemos tomado ese momento que fue amparo con una tarea no impedida. Fuimos en ese engranaje que nos consintió con pacientes dichas, que siempre tendremos.

Planteemos los sentidos más señeros con sensaciones que multipliquen las esperanzas con las que nos querremos mover ahora y siempre. Todos tenemos un ideal, y en eso no podemos fracasar.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Brillo como tú

Nos premiamos con besos que son amores.

...

Nos damos ese dulce que nos permite amar.

...

No hemos dado con la salida, pero tampoco tenemos prisa.

...

Hemos corrido hacia el amor.

...

No damos con ninguna sombra.

...

Estamos en ese momento que es.

...

Prediquemos con una noria que nos rodea.

...

Nos hacemos todo el caso que precisamos para la dicha callada.

...

Estemos para vivir.

...

Nos hemos tomado tan en serio que somos. Nos mostramos muy creíbles.

...

Hemos de llamar a la puerta del amor.

...

Nos iremos para ver otra voluntad.

...

Ya hemos preparado lo más lindo.

...

Nos hemos querido muy bien.

...

Tomemos ese valor que no son sombras.

...

Nos hemos tomado entre dibujos que fueron.

...

Nos presentamos con una voluntad más que estimulante.

...

Hemos presentado ese afán que es querencia total.

...

Nos hemos dado un estímulo que son dos, que son el todo.

...

La vida nos insiste y bien con los abrazos sanadores.

...

Me encantas todos los días, incluso los menos buenos.

...

Nos damos positivismo.

...

Se nos ha permitido la mejor ocurrencia.

...

Hoy nos curamos de la soledad.

...

Te he pedido un sí, y me has dado algo más.

...

Hemos recogido la mayor y más linda entereza.

...

Hablemos de seguir adelante. Nos hemos dado la broma mayor. Nos queremos tal y como somos.

...

Pidamos ser en la memoria con un regocijo sencillo.

...

Hoy te tomo en mis brazos, y brillo como tú.

J.T.

La mejor base

Nos entendemos con todo el mimo, con la suavidad del mar.

...

Hemos alegrado el nuevo día.

...

Nos aglutinamos en la esperanza.

...

Hemos de abrir las puertas del cielo.

...

Nos tendemos con toda la ropa del mundo.

...

Nos echamos de menos, pero en el buen sentido.

...

No sufrimos por el amor. Nos mostramos más alegres que nunca.

...

Confesamos esos sentimientos que nos abrazan en la calle.

...

No hemos dado con las claves, pero daremos.

...

Salen los mejores planos. Ya veremos hacia dónde marchar.

...

Olvidamos un plano que son dos.

...

Nos dedicamos a compartir lo bueno, y bueno tenemos.

...

Nos hemos entrenado para la bondad, y no podemos fracasar.

...

Hemos de hablar de amor, siempre de amor. Es la mejor base.

J.T.

De los buenos actos

Las intenciones nos llenan de orgullo.

...

Hemos tomado un poco de oxígeno, y ya vivimos.

...

El mundo nos sorprende cada día.

...

Hemos de preferir algunos anhelos.

...

Nos alimentamos de ideas que nos aligeran el corazón. Hemos de buscar un poco de equilibrio.

...

Nos iremos dando un poco de emoción.

...

Sellemos los elementos más nobles.

...

No nos puede faltar la esperanza.

...

Precisamos salir del duelo de los hombres.

...

Hoy estamos listos, un poco más que ayer.

...

Hemos de hablar de las necesidades, de las importancias, de la vida misma, pero con naturalidad, sin aspavientos.

...

Nos enamoramos del buen vacío.

...

Hoy la suerte no está echada. Nos debemos una oportunidad.

...

Hemos de hablar de amor.

...

Aprendemos de los buenos actos. Hoy sólo miro los buenos.

J.T.

Las razones del mundo

Mejoramos, por fin.

...

Estamos en esas intenciones que cuajan bien.

...

Nos rastreamos, y damos con el amor.

...

Necesitamos un pequeño gran esfuerzo. No será el último.

...

Nos alimentamos de buenas ideas.

...

Hoy damos con el gozo de la luz.

...

Nos traemos estrellas de colores.

...

Hemos adecuado los pasos de antaño.

...

Sentamos esas voces que son cátedras en el deseo.

...

Nos manifestamos con todo el amor posible.

...

Iremos, siempre iremos.

...

No hemos tocado la razón de ser de quienes fueron.

...

Nos entrenamos para amar. Los fines son lo que son. Hemos de buscar en el tiempo.

...

Nos tocamos con esos besos que son explosivos.

...

Hemos de preferirnos más y mejor.

...

Nos preparamos para las razones del mundo.

J.T.

lunes, 27 de agosto de 2012

Con el tiempo...

Sabes que me escabullo
en el tiempo y en el espacio
que asaltan con unas dudas
que nos introducen
en una espiral de parada y fonda.

No sé lo que nos deparará
ese repetido futuro de mil caras
con sonrisas, apreturas,
y también alguna lágrima.

Conoces mis motivos,
que no son razones,
pero sí disposiciones a esa nada
que preña de vacilaciones
un infinito de amores
que pueden y no pueden ser.

Sé que me piensas,
pero las barreras,
más altas que nunca,
no nos dejarán ver el bosque.

Puede que con el tiempo...

Juan Tomás.

EN TORNO A LA FIGURA DE ANTONIO GAMONEDA


Gamoneda: pasión y arte,
dolor y deseo

¿De dónde es Gamoneda? ¿Qué le ha hecho ser como es? ¿Hacia dónde navega? ¿Por qué? ¿Lo sabrá? ¿Lo sabremos?
Seis preguntas seis para empezar un artículo que seguramente no será un artículo. Puede que se presente como tal, pero anda disperso como su dueño, como su creador, como quien se anima a escribir letras que comienzan a caminar sin saber, como en el caso de las preguntas, dirigidas a conocer exactamente, aunque esto suena a una cierta paradoja, a conocer, digo, quién será este señor que se llama Antonio Gamoneda.
Uno acude a Google, que, a su vez, te lleva a Wikipedia, y empieza todo un caudal, que no río, de conocimientos agrupados, dispersos, motivados, descontextualizados, con brillo, sin él…
El mundo corre, y lo que antes tardaba uno meses o años en conocerse ahora lo sabemos de manera inmediata. ¿Lo sabemos?
Creo que no. Confieso que no. Tenemos, como nos decía Platón, la percepción del conocimiento, pero no su realidad. Las tecnologías, con su soberbia dominante, nos confunden en ocasiones con un exceso de información.
Sí, claro, ante la pregunta de un literato en cuestión, como es el caso que nos ocupa, podemos saber los libros que ha escrito un autor determinado, sus versos más conocidos, los más problemáticos de descifrar, los que nos han unido, o enamorado, o exaltado a muchos, o pocos,, o lo que fuere, pero, evidentemente, saber lo que piensa una persona es difícil, sobre todo si esa persona es un poeta, un poeta complicado, con sorpresas, cargado de timidez y de dolor por la honda herida que es la vida, parafraseando a Miguel Hernández.
Para saber de un poeta hay que haberlo leído mucho, sentido mucho, escuchado en persona y mucho; y, aún así, es seguro que no es fácil, pues a menudo, en esta alocada existencia, uno no tiene la suerte ni de reconocerse a sí mismo.
Es complicado, pues, hablar de un poeta, porque uno quiere, o tiene la tentación de quedarse en la superficie a la que puede llegar cualquiera, y más ahora con las nuevas tecnologías, quizá con el afán de llegar a muchos, o de no distanciarse de muchos, por lo que tampoco puede adentrarse por complejidades que nos banalicen o nos enreden en exceso en las referencias esenciales de un autor.
Aún así me atrevo, con humildad y con cariño, a hablar de Antonio Gamoneda, uno de los baluartes de y para los poetas actuales. Nos centramos ya.
Sepan aquellos y aquellas que nos escuchan esta noche que Gamoneda vino al mundo en Oviedo, en Mayo, un día 30, del año 31. Es, pues, un géminis inteligente. Eso creo: en casa tengo a dos, y son maravillosos.
Dicen que de casta le viene al galgo. Su padre también era Antonio, y fue, igualmente, poeta, y, pese a su desaparición prematura, hizo mucho y bueno por su hijo, a quien enseñó a leer con su única obra publicada, Otra más alta vida; y, de esta guisa, le inoculó el gusto y el talento por el género poético.
Vivió la dura postguerra, y el hambre, y el dolor, y la soledad, y las experimentó desde un barrio obrero, que sufrió la fatiga del odio del hombre sobre el propio hombre. Esto le hizo ser lo que es, una persona observadora, inteligente y dolida con muchos episodios que ha sufrido en sus propias carnes. El ser humano es capaz de lo mejor, y también de lo peor.
Al poeta en general no le falta psicología: Antonio Gamoneda es un referente de esto que decimos. Su gran sensibilidad no le impidió ser práctico, y, de muy joven, se instaló en su puesto administrativo en un banco, donde ejerció durante más de dos décadas. No le fue mal, pues pudo compatibilizar efectividad con devoción. ¡Es la vida!
Su posicionamiento ideológico estuvo claro desde sus inicios, y también su forma de contarlo. Su primera obra publicada fue Sublevación Inmóvil, donde recoge su poesía de la década de los años 50 y que se conoce en una edición conjuntada de 1960. Con este poemario fue finalista del Premio “Adonais”. Un éxito, pues, en sus comienzos, que, por otro lado, no fueron nada fáciles. Ya comienza a conocerse su talento y su obra, pronto, como decimos, y también es activo en la promoción de la cultura desde una óptica progresista, lo que le valdrá más de un inconveniente. Nunca se paró en lo que podía ocurrirle. Fue valiente, lo es.
La muerte, el enfrentamiento humano, el odio, las actitudes irascibles, la imposibilidad del amor, la infancia desgarrada, la esperanza sujeta a contradicciones, la revisión de lo que conviene y de lo que no, de lo que es posible y de lo que es imposible… aparecen como temas recurrentes en una poesía que es compleja, densa y dura, con palabras que rompen los estilos y roturan al lector, porque el escribidor también lo está.
Los entendidos hablan de una primera etapa del poeta (siempre hay una primera etapa), en la que uno conoce, reconoce, experimenta, es él, y sigue con ese entusiasmo que sólo los fuertes saben verter. De este primer momento, que llegaría hasta comienzos de los años 70, son libros como La Tierra y los Labios, Exentos I, Blues Castellano y Exentos II, titulado Pasión de la mirada y dado a conocer como León de la mirada. El recopilatorio Edad acogería parte de esos poemas, superados los problemas con la censura, esto es, ya en época democrática. Gamoneda fue siempre un tipo libre, y eso tiene su coste.
Siempre me ha llamado la atención el que un autor no pueda publicar su poesía por algún considerando. Puedo entender la falta de financiación, la carencia de adeptos o de lectores, pero la censura, en el mundo de las ideas precisamente, no tiene sentido, a mi juicio al menos, pues las ideas siempre serán libres, creo, de un modo u otro, porque otros las podrán escribir, porque seguirán gracias a la tradición oral, y porque, antes o después, las más variopintas cuestiones se escriben y se cuentan. Miremos, si no, atrás.
………….
Conocer a un poeta es saber de su obra. En ella se retrata su alma, su forma de ser, sus actitudes, sus modelos de actuación o a seguir, sus ejemplos, sus éxitos, sus fracasos, sus dudas, sus aprendizajes, sus esperanzas, sus caídas, sus retornos… Todo es poesía -siempre me lo repito- para un ser humano, aunque no lo sepa. ¡Imaginad lo que es la poesía para un poeta!: ¡Más que la vida!
Y la vida es amar, y es dolor, y es búsqueda de un equilibrio desequilibrado, una vacilación, una vuelta de tuerca frente al frenesí del destino.
Por ello, hay en Gamoneda una sublevación inmóvil (ese libro ya reseñado que es un poemario con reflejos muy personales de 1953 a 1959),  un compilatorio éste en el que titula un poema de esta guisa:
Propongo mi cabeza
atormentada...
En él nos reseña:

Propongo mi cabeza atormentada
por la sed y la tumba. Yo quería
despedir un sonido de alegría;
quizá suena a materia desollada.

Me justifico en el dolor. No hay nada;
yo no encuentro en mis huesos cobardía.
En mi canto se invierte la agonía;
es un caso de luz incorporada.


Y nos habla de amor, de cariño, de sentimientos (siempre el amor ahí, en él, roto) en sus:
Blues castellano

Destacamos su poema “Amor”, en el cual reconoce:
Mi manera de amarte es sencilla:
te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.


Un amor, por otro lado, que sólo se concibe cuando hay:
Una auténtica “Pasión de la mirada”

(una obra que recoge sus poemas entre 1963-1970)

Donde nos glosa lo siguiente:
Está tejida con azul la noche
aún crepuscular. La lengua roja
enciende su perfil.
                    Salgo al silencio
y penetro la vida de las cosas
y no sé si el centeno es la hermosura
o es la sed la verdad.

Ya en una segunda etapa hallamos obras como Descripción de la Mentira, Lápidas y el mencionado Edad. En este último está toda su poesía hasta el año 1987. Esta etapa es, cuando menos, la superación de una crisis, de una apuesta por la identidad y la propia forma de ser y de manifestarse del poeta, que revisa muchos textos, que se plantea si ha de seguir escribiendo, y, fundamentalmente, se plantea cómo hacerlo. No es fácil, y se ve.
Gana el Premio Nacional de Literatura, y lo gana por méritos propios. Ya se sabe que lo importante de los premios es merecerlos. Entiendo que lo ganó por su fuerza, por su aguante, por su coraje para contar lo que otros no se atreven, por estar enganchado a temas de toda su generación pero expuestos sin tapujos, con remordimientos, con brillantes lazos negros.
La década de los 90 es una etapa fructífera, que muestra obras singulares incluso anteriores, con asuntos de su infancia que siguen fluyendo y refluyendo en su corazón y en su mente. Publica su Libro del frío y su Mortal 36. La muerte, las vidas truncadas, los métodos antihumanos de los seres humanos, la naturaleza de las cosas, perversa, ruin, fragmentada, como sus poemas demoledores, son las constantes de unos poemarios que acumulan verbos y adjetivos de oscuridad y pena.
Otros dos trabajos de esta etapa son el “Libro de los venenos” y “De un diccionario relativo a la ciencia médica arcaica”, en los que exhibe su enorme dedicación y apasionamiento por las palabras antiguas, con una prosa poética llena de claves para entendidos y esforzados en la materia. En ocasiones no es un camino fácil el escudriñar los mensajes de Antonio Gamoneda.
Vivir es fracasar, es encontrar medidas y gentes que no siempre nos satisfacen, y, a veces, damos con medias verdades, que son las peores mentiras.
Así, Gamoneda en “Descripción de la mentira”

[poemas de 1975-1976]
(publicado en 1977)
escribe con pulcritud y precisión lo siguiente:
Las hortensias extendidas en otro tiempo decoran la estancia más
     arriba de mi cuerpo.
 
¿Qué lugar es éste, qué lugar es éste? ¿Cómo estás aún en mi
     corazón?

Gamoneda tiene un sentido complicado de la vida, con un susurro pétreo, oscuro, negativo incluso: claramente lo observamos en su poemario:
Lápidas

[con escritos de 1977 a 1986]
( este poema, en concreto, es de 1986)

Es el I
Y nos declara:

Tras asistir a la ejecución de las alondras has
     descendido aún hasta encontrar tu rostro dividido
     entre el agua y la profundidad.

Te has inclinado sobre tu propia belleza y con tus dedos
     ágiles acaricias la piel de la mentira:

ah tempestad de oro en tus oídos, mástiles en tu alma,
     profecías...






Y para los que somos del sur no es sencillo entender la ausencia de calor, que es como la falta de vida, de primaveras, de futuro. Miren este fragmento de su:

Libro del frío

(de 1992)

Se denomina “Frío de límites”
Reluce así:
Huyen heridas por el amanecer, laten sobre las aguas y su blancura se
abre en ti: avefrías.

Viajan de lo visible a lo invisible. Ya

sólo hay invierno en las ramas inmóviles.

Los conflictos, las controversias, los humos surgidos de la falta de entendimiento son objeto de su atención, con el fantasma real de la guerra, siempre presente, doliente, que consume, que le devora.

De su libro “Mortal 1936” surgen estos versos, que son conocidos en 1994:

Salen los cuerpos del abismo, ascienden
como azufre solar; su resplandor
atraviesa las aguas.
 
Hay profecías incesantes. Ved
la transparencia de los signos
y las palomas torturadas.
 
Éste es el día en que los caballos aprendieron a llorar,
el día horrible y natural de España.

La última década ha sido prodigiosa y profusa en premios y reconocimientos. Ya saben que Antonio Gamoneda tiene el Premio Cervantes y el Reina Sofía, galardones que le han colocado en el paraíso de los elegidos por méritos propios. Sus poemas de esta década son frutos de una vida dedicada a este género literario: tienen brillo, inteligencia, complejidad, madurez, técnica…, y todo ello con una visión calcárea y fría de la muerte, y de la vida…, y de todo lo que este itinerario supone. Uno de los títulos es harto elocuente: Arden las pérdidas.  De esta era creativa son también las obras Esta luz y Cecilia. La singularidad con la que se expresa, los vocablos de oscura brillantez, y los espasmos con los que, a veces, nos sacude el autor con sus intensas terminologías caracterizan un período donde ha superado algunas rencillas internas, y es aquí, casi con seguridad, siempre lo fue, aún más él mismo.
En “Arden las pérdidas

(del año 2003)
nos confiesa:

He atravesado las creencias. Durante mucho tiempo
nevó sin esperanza.
Había madres que enloquecían al amanecer: oigo sus gritos amarillos.
                                                                                           

Aún nieva. Creo en la desaparición.
Creo en la ira.

………….
En Asturias y en León lo ha conseguido todo, y en buena parte de España. Tiene multitud de reconocimientos, de recuerdos, y en variados ámbitos. Incluso se ha hecho una obra cinematográfica sobre su figura y su talento. No podía ser de otro modo.
Posee, pues se las ha ganado, medallas de oro, reconocimientos como hijo adoptivo, es tan asturiano como leonés, e incluso la Universidad se ha rendido a sus pies con un Doctorado Honoris Causa (la Universidad de León). Me encanta que los poetas sean emblemas para la Universidad, pues nadie como ellos creen en el ser humano, en sus posibilidades, en la necesidad de denunciar sus desfallecimientos para que se superen, para que no se repitan. Son, en esta apreciación, universales, como les digo, como la misma Universidad. Les unen los significados, sus contextos, sus afanes de superación de etapas y destierros.
Para casi finalizar, les llamo la atención también sobre sus conexiones con Francisco Giner de los Ríos, pues entre 1979 y 1991 fue director gerente de la Fundación Sierra-Pambley, fundada por el insigne inspirador de la Institución Libre de Enseñanza, en la que creyeron poetas como García Lorca o Machado. En fin, que se nota que es un hombre de su generación, de una generación que sigue, pese a los avatares, denunciando lo que ve, lo que siente, lo que intuye, como han de ser, en todo momento, los poetas. Quizá por eso, como rezaba la canción, pierden en las guerras. Son los primeros en ser callados, o, por los menos, los primeros a los que se les intentan callar.
Pero nuestro poeta ha ganado. Está en la brecha, ha contado sus ideas y sigue haciéndolo, y con acierto, y con lectores, y con reconocimientos, ya glosados, y a ellos, con orgullo, nos sumamos desde Murcia, desde AERMU, desde esas bases literarias en las que tanto cree, como nos ha puesto de manifiesto, como damos fe ante la sociedad.
Le damos las gracias, de corazón, a Don Antonio Gamoneda por su esfuerzo, por su dedicación, por ser buena persona (cada vez es esto, la bondad, en lo que más creo, y, por supuesto, lo que más destaco de las grandes mentes, cuando es el caso, que lo es ahora); y le damos las gracias por haber traído a nuestras tierras murcianas un viento de aire poético fresco por el que siempre le tendremos en nuestros espíritus, en los que se mantendrá, pues son estos aires y espíritus de libertad los que definen y caracterizan a un poeta, grande como es él, grande como es usted, grande como tú eres, querido, ya amigo, Antonio Gamoneda.
Gracias por estar aquí, y buenas noches.
Juan TOMÁS FRUTOS.

Fuentes:
-Wikipedia.
-Poemas hallados en páginas de Internet.