Recuperados en el ciclo de la vida

Es el regreso, la vuelta de la mirada, la escucha recurrente que entiende de nuevo, casi como la vida misma. Agotamos en su día los recursos, que hoy nos envuelven otra vez con sus imágenes de virtudes, de bondades y de controversias. Las manos se aprietan, las bocas se alzan con sus voces altivas, no soberbias, y gozamos de otra oportunidad para ser, para amar, para mostrarnos como personas. Retorna la Naturaleza con su brisa, y el frescor nos hace recorrer los orificios que oxigenan esos pulmones que tonifican todos los recovecos de unos cuerpos listos para otro año. Vendrán prestos amores, desasosiegos, agonías, ventajas, algunas caídas, pero, al final, como en este principio, venceremos desde el espíritu que todo lo mueve. Es la existencia que se recrece cual levadura en manos de una experta. En este inicio volvemos a ser nosotros, ya recuperados.