miércoles, 1 de octubre de 2008
Triunfos compartidos
Aprendo de tu mirada, de tus silencios, de tu ejemplo, y te soy sincero, lo que equivale a ser yo, más yo, yo mismo. Juego en la impaciencia de ese patio donde me hice persona, como niño grande, ahora como adulto en una renovada infancia. Me ofreces ese espacio del conocimiento que no tiene fronteras. La inteligencia se muestra con la voluntad, con la prudencia, con la esencia de ser nosotros mismos compartiendo, en la solidaridad, desde el apoyo, ofertando cuanto tenemos. El empeño por las grandes cosas empieza en las pequeñas. No hemos de fracasar, pero para ello debemos buscar en los éxitos ajenos, que distribuirán una idéntica naturaleza. Nos amaremos con franqueza, y en ese instante sabremos que no necesitamos más. La cultura, como la educación, consisten en no olvidar que somos en los demás, con sus faenas, con los triunfos conectados, que son los que nos hacen avanzar y progresar. No olvidemos que no estamos solos.
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