Comienzo hoy
un deseo
que era dirigirme a ti,
ahora que no sé
quién eres,
ni lo que pretendes
de este poeta
de silencios
y ambigüedades,
ahora que la confusión
por tu mirada
no escrita
me bendice
con turbulencias
como las tuyas.
Hoy es,
o mañana,
o puede que nunca,
pero siempre brindaremos
por esa ocasión
no llegada.
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