sábado, 29 de enero de 2011

Sobre el comportamiento comunicativo

Practiquemos las virtudes equilibradas desde el acuerdo de la sensación más noble, más sincera, con el discurso del puro amor que nos gusta. Nos debemos dedicar a las actividades más edificantes. Nos hemos de dar esas estabilidades que nos deben abrir las puertas más notables del conocimiento. Nos hemos de anudar a las grandes causas, que lo son para compartir con unas inversiones de tiempo y de amor desde la consideración de que lo positivo da más ilusión.

No permanezcamos en el debate que nos saca del carril de la emoción sincera. Trabajemos para aspirar a ser amigos, para añadir. No paremos en esa cara de la plenitud en la que nos gusta suponer y constatar desde las explicaciones solidarias. Nos hemos de apuntalar con los mejores vectores. Presentemos complementos y alternativas. Simpaticemos.

Gustemos de las impresiones. No hemos de seguir con los intereses más objetivados desde posiciones de cariños que no deben rivalizar. Nos hemos de poner a pensar para que todo salga en lo más cierto. Nos debemos divertir. Las propuestas que ofrezcamos han de servir de pistas para que los cimientos sean sólidos. Salgamos del aburrimiento.

Nos hemos de querer. El planteamiento ha de ser de empate para empezar desde la premisa de que el cero no ha de imponerse. Hemos de hacer de todo, con razones, con salidas de congelaciones que hasta ahora no nos surten medidas ante la necesidad. No presumamos. Nos hemos de dar fundamentos para que los orgullos nos vengan de la situación más estimulante. Las precisiones a nuestros cariños han de venir de las astucias bien trazadas. Nos hemos de complacer para que la bondad triunfe en nombre de todos.

Las sensaciones nos deben permitir herencias de permisividades hacia los trabajos más bellos. Nos hemos de poner en un bando de hermosura que nos presentará (al menos, ése es nuestro anhelo) las consecuencias más sinceras y simpáticas. Nos hemos de sanear interior y exteriormente. Nos hemos de mejorar. La austeridad debe estar presente para corregir las desmedidas. Nos debemos echar una mano para que no haya descuidos innecesarios. Invirtamos el tiempo en los amigos y en las amigas. Seguro que nos sentiremos mucho mejor gracias a este comportamiento, que tiene que ver con la relación, con la comunicación, con la vida misma.

Juan TOMÁS FRUTOS.

No hay comentarios: